BALONMANO

Naranja y veneno

Todos intuimos que si un día el CAI Aragón levanta un título, probablemente acontecerá en una competición copera. En un torneo largo, donde gobierna la regularidad, la lógica otorga más opciones a plantillas más poderosas tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo. La Liga Asobal sigue representando un objetivo inalcanzable para el club naranja. En la Copa del Rey, a pesar de que compiten los ocho mejores equipos del balonmano español, las opciones parecen mayores. El torneo del KO abona el terreno a la sorpresa. Todo se dirime en 60 minutos. Superar al Ciudad Real en una serie de 30 partidos resulta un objetivo imposible. A un partido (hoy, 19.00, pabellón Fernando Argüelles), la meta sigue siendo improbable, dificilísima; pero no imposible.


El primer sorbo de la Copa del Rey contiene veneno para el conjunto naranja: el Ciudad Real, el mejor equipo del universo. El hecho de servirse en la serie de cuartos de final constituye el único factor favorable para el conjunto que gestiona Mariano Ortega. Cuanto más se aproxime la final, más grado de concentración alcanza un equipo grande. La sorpresa, dentro del escaso margen que la sostiene en la reunión de esta noche, es mucho más probable en un encuentro periférico como el de hoy que en una reunión con un título en juego.

La suerte no acompañó al CAI Aragón en el sorteo. Mejor dicho, en el simulacro de sorteo celebrado semanas atrás en Antequera. Sorteo dirigido. Chungo, chungo, chungo… Los dos cocos, el Ciudad Real y el Barça, fueron ubicados previamente en los dos extremos del cuadro de competición. Así, no se cruzan hasta la final. El Antequera, entidad representativa de la ciudad organizadora, no se enfrentará hasta las semifinales (si mañana gana en cuartos) con uno de los grandes.

 

Contaremos algo más de cómo se está elaborando este cóctel copero. Se especuló con que el CAI Aragón jugaría en cuartos ante el Antequera. Rival bonito el naranja para el club organizador. Pero los aragoneses cometieron el grave error de vapulear al Reyno de Navarra en diciembre. ¿Saben con quien jugará el Antequera mañana? Consulten el cuadro anejo. Sí, aquí mismo, a la izquierda... El balonmano español

es (o está) así.

Mentes privilegiadas


Hablaremos también del Ciudad Real. Desde el inicio del tercer milenio, Domingo Díaz de Mera ha fichado a los mejores jugadores del mundo. Con los mejores materiales edificó el mejor equipo del universo. Ahora, aunque la crisis les ha afectado y han perdido algún jugador vital (Rutenka), siguen contando con un plantel extraordinario dirigido por dos mentes privilegiadas en la dicción del balonmano: Talant Djushebáev y Raúl González. Además, cuentan con la enorme ventaja de llevar jugando muchísimo tiempo juntos, propiedad que no disfruta su gran rival, el Barça. De Sterbik a Kallman, de Alberto Entrerríos a Viran Morros, un equipazo.


Llega el CAI Aragón un tanto mermado a la cita copera. Ortega está sacando adelante los partidos sin primera línea. O sin la primera línea titular. Stankovic, Larsson y Grebenar, por talento y edad, significan la esencial razón competitiva del cuadro aragonés. Que con estas mermas el CAI Aragón se haya instalado en la quinta plaza e incluso amenace el cuarto puesto del Ademar, evidencia la sensacional temporada naranja. Stankovic se lesionó en enero en el Campeonato de Europa. Ha regresado a las pistas, pero se halla alejado de su plenitud. Larsson cada vez juega más lejos de la defensa, esto es, cada vez genera menos peligro real. Además, se lesionó ante el Valladolid. Sufre una tendinitis que le impidió jugar el pasado sábado. Grebenar sí podrá jugar, aunque ningún equipo le deja ya jugar. Todo el mundo sabe que la savia del CAI Aragón fluye por Grebenar. Todos lo vigilan. O lo sacan del partido, como el sábado, cuando cayó lesionado en O Gatañal. Y, sin primera línea, resulta muy complicado ganar.


Los puntos que extrae el CAI Aragón los está cosechando en las últimas jornadas a partir de un sobresaliente esfuerzo colectivo en defensa, de una portería sensacional (Pablo se ha unido a un extraordinario Malumbres), al poderío de Arrhenius en el pivote y a la irrupción de un brillantísimo Cartón en el extremo. Unos días, Maqueda; otros, Sorli; otros, Ruiz Casanova… Y, sobre todo, todos los días todos. Hoy, más que nunca. De lo contrario, lo improbable alcanzará el rango de imposible.