El riesgo del parón

Las dinámicas, los estados anímicos y el ritmo de competición son realidades continuas que suelen influir en los resultados de los equipos de fútbol. Una atmósfera, positiva o negativa, que se puede ver alterada por el paro de la competición, ya sea por la celebración de partidos internacionales u otra circunstancia. A pesar de solo llevar una victoria, las sensaciones generales ofrecidas por el Real Zaragoza eran positivas y ascendentes. Una trayectoria que deberán retomar ante la Real Sociedad.

Precisamente, los donostiarras visitaron La Romareda la pasada campaña tras una de esos lapsos que el calendario suele otorgar a la Liga cada cierto tiempo. Fue en la jornada 17, la primera tras las vacaciones de Navidad, y el conjunto entrenado por Javier Aguirre consiguió la primera de una serie de victorias que convirtieron al primer mes de 2011 en el disparadero hacia la salvación. En aquel choque, los aragoneses vencieron con tantos de Sinama, en el minuto 10 de partido, y de Braulio, en el 90. El domingo, ninguno de los dos se encontrará sobre el césped.

Sin embargo, este es el único precedente halagüeño respecto al rendimiento de los blanquillos tras un parón. Quizás el inicio de la presente temporada no sea la situación idónea para medir dicha tendencia. Otros factores, como el estado del equipo, que se encontraba recién construido, pudieron afectar al pobre empate cosechado por los aragoneses en Vallecas en el segundo partido disputado este curso. Aunque lo cierto es que el parón, que debería haber sido beneficioso para una plantilla todavía sin solidificar, no ejerció su supuesto efecto.

Durante el pasado curso los resultados fueron similares. En el primer paro, y con Gay en el banquillo, el Real Zaragoza encajó el célebre 3-5 en La Romareda ante el Málaga. Un resultado, y una imagen, que parecieron lastar a la escuadra del león rampante durante varias jornadas. En el otro 'stop' de la 2010/11, el ya entonces equipo de Aguirre perdió en el Sánchez Pizjuán por 3-1.

Echando la vista atrás dos años, el del regreso a Primera, el panorama es similar. El primer alto se produjo antes de la segunda jornada. En él, curiosamente, los aragoneses también visitaron el feudo sevillista, del que salieron derrotados por 4-1. Los tres siguientes parones se tradujeron en tres empates ante rivales de escasa entidad. Ante el Racing a dos, el Málaga a uno y el Dépor a cero.

Estos son los precedentes que observan al cuadro zaragozano ante su vuelta al fuego real de la competición oficial. Unos números que, independientemente de la situación particular por la que pase el equipo, hablan de la dificultad existente a la hora de reemprender el vuelo.