REAL ZARAGOZA

El futbolista desconocido

El Real Zaragoza tiene nuevo jugador a prueba, un joven del que poco se sabe en el equipo y en el club. Tan solo, que se llama Anton, que es ruso, cuñado de Jiri Jarosik, y que tiene 17 años.

Anton, cuñado de Jarosik y chico a prueba.
El futbolista desconocido
TONI GALáN/ A PHOTO AGENCY

Se conoce bien desde hace un tiempo que la cintura para sorprender de los despachos del Real Zaragoza es ancha. Se podría asegurar que no encuentra límite alguno. Si la lógica y el orden normal de las cosas carecen de sentido en algún sitio, es aquí, en el club aragonés. Lo que no sorprende, suena improvisado, lo que no suena improvisado, roza lo insólito, y así, de suceso en suceso, se escribe la trama del Zaragoza de los últimos tres años. El protagonista de la última historia inverosímil del club es un chico de nombre Anton.


De la noche a la mañana, sin anuncio previo y sin explicación alguna, el Real Zaragoza se encontró con un nuevo componente en sus filas: Anton. ¿Quién es Anton? De él se sabe poco, tanto dentro de la plantilla, como en el cuerpo técnico y en algunas de las esferas del club. Más allá del nombre de pila, apenas se conocen unos datos más o menos dispersos: es ruso, tiene 17 años, es cuñado del checo Jiri Jarosik (el zaragocista jugó en Rusia, dos temporadas en el CSKA Moscú y otras dos en el Krylya Sovetov de Samara) y se ha formado en una academia de fútbol de Moscú.


El resto es una incógnita que el Real Zaragoza no ha aclarado. Tampoco el departamento de comunicación -silenciado ayer todo el día- pudo despejar el asunto. Oficiosamente, se asegura que el chico se encuentra a prueba y así lo sabe ya José Aurelio Gay, que comenzó a probarlo como mediocentro. En principio, Anton gozará de ese estatus de provisionalidad hasta el próximo mes de abril, fecha en la que el futbolista cumplirá los 18 años que exige la normativa FIFA para que los jugadores extracomunitarios puedan jugar en un club profesional adscrito a una federación nacional.


El artículo 19 del Reglamento FIFA sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores recoge que las transacciones internacionales de jugadores solo se permiten cuando el futbolista ha cumplido los 18 años, excepto en tres supuestos que no satisface el joven Anton.


El primero, que los padres del futbolista cambien de país por motivos no vinculados al fútbol. El segundo, que el jugador tenga de 16 a 18 años, la transferencia se efectúe dentro del territorio de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo (UE más Islandia, Liechtenstein y Noruega) y el club proporcione al jugador una formación escolar o académica de calidad, unas condiciones de vida óptimas, y una capacitación futbolística. Y tercero, que el jugador viva en su hogar a menos de 50 kilómetros de la frontera nacional y la ciudad del club se encuentre también a menos de 50 kilómetros de esa linde. Por estas razones, a Anton le toca esperar la primavera.


Evidente e incomprensiblemente, el club no ha anunciado ni ha proporcionado de manera oficial ninguna referencia de presentación sobre el jugador. Pese a ello, Anton trabajó como un futbolista más de la plantilla del Real Zaragoza, dejando, además, unas impresiones muy favorables. El chico se movió por la zona de los mediocentros, formando pareja con Gabi, Ponzio o Boutahar, con cierta solvencia y soltura. Destiló un buen tacto con la pelota, una buena distribución en corto y un correcto desplazamiento en largo. Todo con sobriedad, sencillez y pausa, y una notable planta, cercana al metro noventa. A primera vista, no apareció como un futbolista cualquiera. Hay proyecto.


Ahora, a Anton, se le abre un periodo de prueba en el que deberá ofrecer y convencer. Tiene hasta el mes de abril para hacerse adulto, crecer y aprender. Entonces, el Zaragoza, quienes estén en él, decidirán. Quizá, por una vez, una historia inaudita del Zaragoza acabe bien.