Real Zaragoza y Sevilla acumulan cinco partidos sin ganar. Dos desagradables rachas que han puesto en duda la credibilidad de ambos proyectos deportivos, diseñados con la esperanza de optar a algo más. A diferentes niveles, zaragozanos e hispalenses han defraudado en este inicio liguero y buscan que su oponente sea la primera piedra sobre la que construir un futuro más sólido.

Pesando para optar a pelear por la Champions League, el conjunto dirigido por Marcelino García Toral parece haberse estancado durante las últimas fechas. Tras conseguir vencer al Sporting por 2-1, los sevillistas obraron un magnífico empate en el Camp Nou, siendo el único conjunto capaz de puntuar en el feudo azulgrana hasta el momento, que sin embargo no les espoleó hasta los puestos de cabeza. Dos derrotas, ante Granada y Athletic, y unas tablas con el Mallorca completan su serie de resultados.

Afortunadamente para sus intereses, los andaluces no han perdido acceso a los puestos que dan acceso a competición europea y se han aferrado a la sexta posición. En cierto modo, se podría hacer un paralelismo con la situación zaragocista, que ha conseguido mantenerse fuera de los lugares que dictan el descenso a Segunda División.

Rocoso visitante

Los números sevillistas en la competición liguera dejan, además, otra curiosidad notoria. Y es que el conjunto rojiblanco cuenta con empates todos su partidos alejados del Sánchez Pizjuán. Una tendencia al reparto de puntos que podría beneficiar a los aragoneses, necesitados de sumar aunque fuese solo una unidad.

Fuera de casa, el Sevilla se torna en un equipo rocoso que no permite el gol local. Así, en cuatro de los cincos partidos que ha disputado en la carretera ha mantenido su portería intacta. Claro que tampoco logró agujerear el arco rival. El Real Zaragoza, por su parte, es un equipo mucho más fiable en los límites de La Romareda, donde ha conseguido ocho de los diez puntos que atesora hasta la fecha.