Segunda división B

Derrota del filial en la recta final

El Sant Andreu conquistó el triunfo en Zaragoza con un gol en el minuto 79.

El zaragocista Estrada disparó y el guardameta visitante, José Miguel Morales, despejó el esférico sin excesivos problemas. La acción, aunque carente de peligro, tuvo una gran relevancia en el partido de ayer: porque corría el minuto 73 y era, por entonces, el primer lanzamiento a portería del filial. Antes de esa jugada, el Real Zaragoza B no se había asomado por el área rival.


Y se había mostrado de nuevo como un equipo sin alma, sin convicciones, sin ambición, sin confianza, sin fe, sin fútbol. No es de extrañar que el desenlace fuese otra derrota en la Ciudad Deportiva, en esta oportunidad ante un adversario que sí ambicionó el triunfo desde el pitido inicial.


Los catalanes, con el viento a favor, fueron muy superiores durante todo el primer periodo, coleccionando buenas ocasiones para inaugurar el marcador. Xavi, solo ante Alcolea, ya desperdició una gran acción al cuarto de hora; Araujo, poco después, se entretuvo demasiado dentro del área pequeña, cuando solo tenía que empujar el balón; y Marcos, posteriormente, rozó el gol con un disparo que se marchó fuera por escasos centímetros.


La insistencia del filial no estimuló al Real Zaragoza B, que nunca dio síntomas de querer reaccionar. Más allá de su escaso fútbol, preocupó aún más la negativa actitud de alguno de sus futbolistas. La mayoría de los nuevos fichajes, al menos de momento, no alcanzan la altura requerida para competir en la categoría de bronce. Y se intuye poco compromiso en un grupo que, con el resultado de ayer, sigue incrustado en el descenso, con solo una victoria en ocho jornadas.


Aun con todo, el filial llegó al descanso con la portería intacta, gracias en gran medida a la actuación de Pablo Alcolea, muy acertado ayer, y también a la falta de tino de los delanteros catalanes. El 0-0 parecía avivar la esperanza del Real Zaragoza B, que debía encarar todo el segundo periodo con el viento a favor.


Pero sucedió todo lo contrario: el Sant Andreu mantuvo la posesión del balón y siguió gobernando el choque con una superioridad aplastante. Los visitantes Moyano, Marc y Marcos erraron ante Alcolea, cuando contaban con todo a su favor para anotar.


El partido discurría sin goles. Llegó entonces la acción personal de Estrada, en el minuto 73, con una lanzamiento inofensivo que despejó Morales. Era el primer disparo a puerta del filial. Sin embargo, quien anotó fue el visitante Marcos tras recoger un rechace de Alcolea. Meseguer pudo empatar en el último minuto, pero su cabezazo no entró. Se marchó fuera porque el fútbol, al menos ayer, prefirió ser justo. Y premió al más tenaz.