ALPINISMO

Cautivado por la magia del viento de Asia

Carlos Pauner presentó ayer en el Auditorio un documental que recorre la trayectoria deportiva y vital del montañero.

Carlos Pauner, poco antes de la proyección del documental 'Vientos de Asia'
Cautivado por la magia del viento de Asia
JOSé MIGUEL MARCO

Seducido por el encanto del Himalaya. Enamorado de las montañas más maravillosas de la tierra. Cautivado por sus gentes y por sus vientos. El montañero aragonés Carlos Pauner puso ayer de largo en el auditorio el documental "Vientos de Asia", un audiovisual que muestra la trayectoria deportiva y vital del deportista aragonés y su estrecha vinculación con las cordilleras del Himalaya y del Karakorum.

El estreno reunió en el Auditorio a más de dos centenares de personas que tuvieron el privilegio de disfrutar de un documental repleto de sensaciones, con un recorrido por preciosos paisajes e inundado de emociones. La película cuenta con el respaldo de HERALDO DE ARAGÓN, Aragón Televisión y La Caixa y la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza. A la cita no quiso faltar el consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Alfredo Boné, al que le acompañó Luis Garriga, en representación del área de Deportes del Ayuntamiento de Zaragoza.

Tuvo todo el acto un sentido emotivo: presentaba Pauner la película en la antesala de emprender una nueva aventura, el intento al complicado Annapurna (8.091 metros), proyecto en el que se pondrá en marcha en menos de una semana. El Annapurna, además, es la montaña en la que se dejó la vida uno de los grandes amigos del aragonés, Iñaki Ochoa de Olza.

Y es que el documental, al que se va entrando a través de la narración de la hija de Carlos, Laura, recorre no sólo la trayectoria deportiva, también la vital del deportista. Siempre bajo la mirada de su amigo Javier Pérez, quien recoge en imágenes las experiencias de Pauner, el jaqués se adentra en los momentos buenos, en los éxitos, en las conquistas; pero no esquiva los más dolorosos: aquellos en los que ha tenido que afrontar la muerte de un amigo, de un compañero. O aquellos otros en los que ha rozado el éxito, ha acariciado la gesta deportivo, el sentido de la expedición... pero en los que, con gran dolor, ha tomado la decisión de volver atrás porque las fuerzas ya no respondían.

"Tiene muchos momentos de reflexión -explica el deportista-. Se reflejan los instantes de éxito, de camaradería, de amistad, el abrazo de la vuelta. Y, junto a ellos, las circunstancias adversas: la pérdida de amigos, los accidentes, la soledad, el no poder lograr el reto".

Cada recorrido, cada expedición, es motivo de análisis. Y Pauner llega siempre a la misma conclusión: merece la pena seguir adelante. "Necesito la montaña", es la síntesis de sus pensamientos. El dolor y los sacrificios que envuelven sus retos no consiguen apartarle de esa pasión por la alta montaña. Que compensa los malos tragos.

La felicidad de las conquistas y la crudeza bárbara de esos retos no logrados se envuelven de la belleza de ese mar de montañas de la cordillera del Himalaya; de la monumentalidad de esos recorridos por el Karakorum, el contacto con el maravilloso K-II, con la belleza de los Gasherbrum. Y ese trazado por entre las moles que se atreven a tocar el cielo contribuye a entender el sentido de las expediciones, la necesidad de volver y volver siempre a aquel territorio del que Pauner reconoce sentirse cautivado; seducido por el embrujo de ese mundo maravilloso que se extiende por encima del sentido común de la inmensa mayoría de los mortales.

"Vientos de Asia" es un recorrido deportivo de un montañero de vanguardia mundial; pero es, al mismo tiempo, una vía por la que el espectador se adentra en los pensamientos y en las sensaciones de un ser humano cuya dimensión se agiganta al describir con naturalidad cada una de esas gestas deportivas.

En unos días, Pauner y Pérez retornan a su territorio. Ahora, el Annapurna.