Las 'guerreras' doblegan a la vigente campeona Montenegro y se meten en la final del Europeo

La selección española de balonmano femenino jugará la final del Campeonato de Europa de Hungría.

La jugadora española Alexandrina Cabral celebra un gol con la selección.
Las 'guerreras' doblegan a la vigente campeona Montenegro y se meten en la final del Europeo
Efe

La selección española femenina de balonmano disputará, seis años después de colgarse la medalla de plata en el Europeo de Macedonia, su segunda final continental, tras imponerse este viernes en semifinales por 18-19 a Montenegro, la vigente campeona, gracias a una nueva lección defensiva.


Liderada por una majestuosa Silvia Navarro, que cerró el choque con un espectacular 50% de paradas, tras atajar un total de dieciocho balones, la defensa sostuvo a un equipo español que coqueteó con el desastre en el segundo tiempo, tras una magnifica primera mitad.


Pero si en ataque -6 goles en los segundos 30 minutos- España se desplomó, en defensa las de Jorge Dueñas mantuvieron la misma intensidad que les permitió desnudar en la primera mitad todas las carencias de las balcánicas.


Toda una lección defensiva, en la que España a base de movilidad, y coordinación, no sólo consiguió entorpecer los lanzamientos de larga distancia, la principal arma de las montenegrinas, sino evitar, además, la conexiones con la jugadoras de segunda línea.


Un trabajo en el que destacó, sobremanera, la actuación de la lateral Alexandrina Barbosa, que lució velocidad de piernas para anticiparse continuamente a las trayectorias de las cañoneras balcánicas, que presionadas bajaron notablemente su efectividad.


Circunstancia que permitió a la selección española dejar a toda una campeona de Europa y subcampeona olímpica como Montenegro en tan sólo dos goles (2-6) superado el ecuador de la primera mitad.


Pero el acierto del conjunto español no se limitó en el primer período tan sólo a la defensa, ya que en ataque las "guerreras" lucieron argumentos, que hasta este viernes apenas habían mostrado en el torneo, como un efectivo juego con el pivote.


Eli Chávez, que poco a poco ha ido ganando protagonismo en el juego de ataque del conjunto español, acabó de despejar todas las dudas que había suscitado antes de inicio del Europeo, con un primer tiempo en el que concluyó con tres tantos como la máxima anotadora de la selección.


Goles a los que se unieron los que lograron desde la larga distancia, otra novedad para el conjunto español, jugadoras como Marta Mangué, Nerea Pena o Beatriz Fernández, que disparó con un soberbio latigazo hasta los siete goles (4-11) la ventaja de las española en el marcador.


Una renta que se redujo a cinco goles (8-13) al llegar al descanso, tras algún que otro desajuste ofensivo, que anticipaba el calvario en que se convirtió cada ataque para el conjunto español en la segunda mitad.


De hecho, España a punto estuvo de dejarse escapar una final que casi parecía segura al descanso, tras encadenar más de catorce minutos sin marcar en un segundo tiempo, en el que las de Dueñas parecieron revivir la pesadilla sufrida el lunes ante Rumanía, cuando se dejaron escapar la victoria en la segunda mitad.


Si el lunes la portera rumana Ungureanu personificó los problemas ofensivos del equipo español, este viernes fue la joven Marina Rajcic, que logró un 64 por ciento de paradas en el segundo período, el muro con el que se estrelló una y otra vez el equipo español.


Un auténtico cataclismo del que se encargó de rescatar a España la portera Silvia Navarro, que respondió a cada una de las intervenciones de la guardameta montenegrina con otra no menos soberbia parada, lo que impidió la remontada de un cada vez más crecido conjunto balcánico.


Aferrada a las intervenciones de Navarro el conjunto español nunca entró en pánico, ni tan siquiera cuando Montenegro, con un nuevo gol de Jovanka Radicevic, que firmó cuatro en el segundo parcial, redujo la ventaja española a tan sólo un tanto (17-18) a dos minutos para el final.


Un tiempo en el que España tiró de oficio tanto para hacer llegar el balón a la extremo Eli Pinedo que puso el 17-19 a poco más de un minuto para el final, como para forzar en la siguiente jugada una falta en ataque que ponía a la selección española con pie y medio en la final.


Lucha por el oro de la que ya no apartó a las españolas ni el postrer tanto de Radicevic, que estableció el 18-19 definitivo, que permite a las guerreras alcanzar, seis años después, su segunda final continental, en la que se medirá el próximo domingo con el ganador del Noruega-Suecia.