Mundial de balonmano

La segunda estrella pasa por Zaragoza

España busca desde este sábado su segundo Mundial de balonmano. Para ello deberá alcanzar y superar el cruce de cuartos en la capital aragonesa.

Los jugadores de la selección española
La segunda estrella pasa por Zaragoza
JUAN CARLOS HIDALGO

El pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza acogerá desde este sábado los partidos del grupo C del Mundial de balonmano, que integran los combinados nacionales de Serbia, Eslovenia, Polonia, Corea del Sur, Bielorrusia y Arabia Saudí.


El primer choque, que enfrentará a Serbia con Corea, se disputará el sábado 12 a las 15.45. A las 18.00 tomarán el relevo las selecciones de Eslovenia y Arabia Saudí, mientras que Polonia y Bielorrusia cerrarán la jornada a las 20.15.


Tras un día de descanso, Corea y Eslovenia (15.45) saltarán el lunes 14 a la nueva y moderna pista del pabellón zaragozano. A las 18.00 hará lo propio Bielorrusia y Serbia; y dos horas y cuarto más tarde Arabia Saudí y Polonia disputarán el último enfrentamiento del lunes.


El resto de las jornadas se desarrollarán con los mismos horarios. El martes 15 Corea tratará de doblegar a Bielorrusia, Serbia a Arabia Saudí y Eslovenia a Polonia. Durante la jornada del jueves 17, el coliseo zaragozano acogerá el Eslovenia-Bielorrusia, el Arabia Saudí-Corea y el Polonia-Serbia.


El grupo terminará de dilucidarse el sábado 19 con los enfrentamientos entre Bielorrusia y Arabia Saudí; Polonia y Corea, y el partido que cerrará la primera fase: Serbia-Eslovenia.


Octavos y cuartos


Zaragoza y Barcelona son las dos sedes que acogerán los cruces de octavos y cuartos de final. El domingo 20, a las 17.30, se enfrentarán en la capital aragonesa el campeón del grupo B con el cuarto clasificado del A. A las 20.15 harán lo propio el tercero del A y el segundo del B.


Un día después llegará, previsiblemente, la selección española, encuadrada en el grupo D. A las 19.00 jugarán el campeón del grupo de España contra el cuarto del C, y a las 21.30 será el turno para el tercer clasificado del grupo C y el segundo del D.


Si el combinado nacional consigue hacer los deberes (clasificarse como primero o segundo de grupo y pasar el cruce de octavos), volverá a jugar en el Príncipe Felipe. Será el miércoles 23, a las 19.00 o a las 21.30. Si Zaragoza resulta ser el talismán que todos los aficionados esperan, los de Valero Rivera viajarán a la ciudad condal con el objetivo de reeditar el éxito cosechado en Túnez en el año 2005.


Solidez y velocidad


El seleccionador español Valero Rivera confiará, salvo por lesión, en el mismo grupo que ha devuelto en los dos últimos años a la selección española a la lucha por las medallas, de la que se había caído tras el bronce conquistado en los Juegos Olímpicos de Pekín.


Un equipo que confía en su solidez defensiva y, sobre todo, en su extraordinaria portería, donde el hispano-serbio Arpad Sterbik y José Manuel Sierra, sustituto del lesionado José Javier Hombrados, conforman una de las parejas más sólidas del mundo. Principal argumento para aspirar al oro.


Seguridad defensiva que deberá servir de punto de partida de otra de las tradicionales armas del conjunto español, su veloz y eficaz juego de contragolpe, tanto en primera como en segunda oleada, donde España cuenta en la figura del extremo Víctor Tomás con un auténtico estilete.


Rapidez que también caracteriza el juego ofensivo de la selección española, que confía en la mayor capacidad de lanzamiento que le otorga la presencia del lateral Ángel Montoro, el techo del balonmano español con sus 212 centímetros de altura, para generar mayores espacios a sus efectivos jugadores de segunda línea.


Extremos y pivotes entre los que destaca la presencia del pivote Julen Aginagalde, nominado por la Federación Internacional al título de mejor jugador del Mundo del año 2012 y principal referencia ofensiva del equipo español. Un Aginagalde que volverá a beneficiarse de la visión de juego de la polivalente primera línea de la selección, que gana en talento y experiencia con el regreso de Alberto Entrerríos, tras quedarse fuera de los Juegos Olímpicos de Londres por decisión técnica.


Jugador que no servirá para paliar la importante baja del central Raúl Entrerríos, su hermano menor, el hombre destinado a dirigir el juego del equipo español, que se perderá el Campeonato del Mundo tras sufrir una fractura en un dedo de la mano derecha durante la fase de preparación.


Al igual que el extremo Cristian Ugalde, ausente de la cita mundialista por una rotura de fibras sufrida durante los partidos de preparación, lo que propiciará el estreno internacional del joven Aitor Ariño, uno de los máximos exponentes del ilusionante equipo nacional júnior que se proclamó el pasado verano campeón de Europa.