El Peñas de Navarro devolvió ayer el amistoso celebrado con anterioridad en Huesca contra el CAI de Abós. Un partido que sirvió para los altoaragoneses como preparación ante el Clínicas Rincón. Lo de menos, el resultado. Un 81-52 que marca la diferencia entre un ACB que aspira a jugar el play-off por el título y un equipo que busca salir de la quema en la LEB Oro. La mejor noticia del amistoso llegó vía Leonavicius. El lituano ha estado entre algodones debido a un problema en sus isquios y ayer entró en la rueda de entrenamiento por lo que se espera verle en acción este viernes contra el conjunto andaluz, colista de la LEB Oro.

Al término del encuentro, Ángel Navarro, técnico del Lobe, señaló que «jugar contra el CAI para un equipo como el Peñas supone una gozada. Primero por verlos a ellos jugar, porque son muy buenos, y segundo porque todo lo que haces bien lo haces contra un gran equipo». El técnico recalcó que jugar contra un bloque formado por jugadores más altos y fuertes que en la competición doméstica se traduce en «imprecisiones y anotaciones más bajas».

Puestos a extraer conclusiones positivas del amistoso, Navarro se refirió a la segunda parte realizada por el Peñas que permitió dejar al CAI en 31 puntos. «La pelea en defensa ha estado muy bien», indicó. Navarro añadió que durante bastantes minutos el equipo tuvo «buenas sensaciones de allí que su deseo sea «arrastrarlas para el partido contra Clínicas. Hay cosas que me gustaría guardar en la mente para ponerlas luego en juego». El partido, también dejó dos primeros cuartos con errores que permitieron al CAI lanzarse en el electrónico al dejar muy sueltos a los lanzadores del quinteto zaragozano.

Tras el amistoso, el ritmo de entrenamientos del Peñas bajará para esperar el viernes (21.00) al Clínicas Rincón.