El Peñas paga el mal arranque

Un parcial de 23-6 condicionó el resto del partido ante el poderoso Burgos. Segunda derrota para los de Quim Costa

Momento de lucha entre Ford Burgos y Peñas.
El Peñas paga el mal arranque
Diario de Burgos

El Peñas cayó en Burgos en un choque que quedó prácticamente decidido en el primer cuarto, con un parcial de 23-6 que evidenció la superioridad de los locales pese a que el resto de marcadores periodo a periodo fueron mucho más parejos. Los locales saltaron a la pista con mucha intensidad, sorprendiendo y maniatando a un rival adormilado que, cuando quiso entrar en el partido, ya iba muy por detrás en el marcador. Así, el cuadro local fue dueño y señor del primer cuarto pese a seguir sufriendo desconexiones momentáneas.


Pero eso no supo aprovecharlo el equipo visitante, que se estrelló por completo frente a la buena defensa de los locales. El Peñas apenas existió en este primer cuarto en el que solo hubo un equipo sobre la cancha, un Ford Burgos que completó un arranque brillante en el que desplegó un juego lleno de actividad y criterio.


Las circunstancias eran perfectas para que Coppenrath emergiera. El de Vermont recordó a su mejor versión y dejó muestras de por qué es un histórico entre históricos de la LEB Oro. Los 8 puntos casi consecutivos del ‘22’ reforzaron a un conjunto local sólido en defensa, intenso en la presión y en el trabajo sobre la línea de pase, favorecido por los errores del Peñas en las contadas ocasiones en las que los verdiblancos tuvieron situaciones liberadas de lanzamiento.


El 16-2 de salida se asentó al final del acto inicial, un 23-6 que reflejó la diferencia real del juego. Para entonces, Burgos ya había bajado la eficacia de sus acciones y el ritmo comenzaba a perder continuidad condicionado por una pareja arbitral que miró con lupa los movimientos en ataque del cuadro local. Un nuevo arreón estiró la goma hasta el 28-9, pero la segunda unidad dio muestras de no tener la situación tan controlada. Además, el Peñas soltó lastre y ganó confianza bajo los aros para sentirse más cómodo. Burgos entró en un agujero negro y la diferencia se estrechó hasta el 32-23 con un parcial de 4-14 agudizado por los problemas en el rebote defensivo. No tuvo otro remedio Casadevall que poner en pista a su quinteto inicial (con Jorge García en lugar de Diouf) para resolver la papeleta. La lógica se impuso y todo se resolvió con dos balones para Coppenrath y un par de aciertos exteriores (42-27).


Con el partido bajo control, la segunda parte se presentaba como una gran oportunidad para afianzar conceptos. La diferencia nunca bajó de los 10 puntos y los locales volvieron a apretar el acelerador en defensa en el tramo final del tercer cuarto para crecer. De hecho, el último periodo no tuvo trascendencia alguna para el marcador, pero sirvió para que Diouf se soltara y para que Olmos comenzara a recuperar sensaciones positivas. Lo necesita el levantino, al igual que el equipo le necesita a él. Acomodado en los 20 puntos de renta (68-48), la defensa apretó hasta el final.