Doctor Jeckyll y Míster CAI

El CAI Zaragoza sigue dando muestras de ser el equipo de las dos caras. Hace poco más de una semana, los de Ruiz Lorente salían humillados del Príncipe Felipe, sin ni siquiera haber competido ante un Barça que les arrolló por 36 puntos de diferencia. Este domingo, eran capaces de vencer en la cancha de Unicaja de Málaga, inexpugnable hasta la fecha. Lo mejor y lo peor con siete días de margen y una conversación de por medio.

Cuando la actitud de determinados jugadores, señalada pero no identificada por su técnico, invitaba a pensar que la temporada había girado insalvablemente hacia la apatía, estos dieron un golpe encima de la mesa para dejar claro que aún no han marchado de vacaciones y que el sueño del 'play off' sigue siendo posible. Más allá de la victoria, los zaragozanos dieron muestras de volver a comportarse como un bloque, de remar en la misma dirección y de no bajar los brazos en los momentos más complicados. Reflejaron lo que Ruiz Lorente y cualquier entrenador del mundo debe imponer: profesionalidad y compromiso.

“Después del partido nos tenemos que sentir satisfechos por lo que hagamos. La concentración, la energía y la comunicación tienen que ser siempre del 100%", señalaba el preparador aragonés en la rueda de prensa previa al choque, en lo que puede considerarse un extracto de la reprimenda que dedicó a sus hombres en privado, tras la derrota ante el FC Barcelona. Seguidamente, hacía mención a los "meses y meses de trabajo" que se estaban echando por la borda y reclamaba luchar hasta el final por el objetivo del 'play off'.

Las cuentas pasaban por vencer en el Martín Carpena y así fue. El CAI reaccionó a los 'palos' recibidos y se reencontró en un escenario talismán en los últimos años, disipando las malas sensaciones pasadas y, al mismo tiempo, dando la razón a las acusaciones de su técnico, que esta vez sí encontró en ellos el "equilibrio" y la "seriedad" exigibles.

A lo largo del presente curso, el grupo ha demostrado tener calidad y condiciones más que suficientes para competir ante cualquier rival, venciendo a equipos de la talla de Paris Levallois, Telekom Baskets o Virtus Roma en Euroliga, y a Valencia o Unicaja (en dos ocasiones) en el campeonato doméstico. Sin embargo, derrotas como las cosechadas ante Sevilla o Río Natura y la falta de competitividad en momentos puntuales, ponen de manifiesto que este es el Doctor Jeckyll y Míster Hyde de la Liga Endesa. En ello, ha tenido mucho que ver el irregular rendimiento de jugadores como Goulding, Norel o Robinson y el bajón sufrido por otros que hasta hace bien pocas jornadas llevaban el peso de los encuentros (Katic, Jelovac o Landry).

Así, una vez demostrado que los problemas atravesados son más fruto de la motivación que de otra cosa, queda esperar a que el CAI propague su mejor versión en las tres jornadas que aún restan, ante La Bruixa d´Or, Herbalife Gran Canaria y Gipuzkoa Basket. De lo contrario, el sueño de repetir por tercer año consecutivo en 'play off' se habrá desvanecido en la imposibilidad de encontrar ese equilibrio tan preciado, sobre todo a final de temporada.