Reacción sin recompensa final

El CAI volvió a caer en los últimos minutos tras redirigir un mal arranque y forzar la prórroga. Las opciones de seguir en Europa se desvanecen.

El CAI Zaragoza frente al Estudiantes
Reacción sin recompensa final

El conjunto de Ruiz Lorente llegaba al choque ante el Estrasburgo con la convicción de que sus esperanzas de seguir con vida en Europa pasaban por no dar ningún tipo de facilidades al que por algo es líder de grupo y de su competición doméstica.


Se sabía que no era día para las desconexiones puntuales ni los baches de juego duraderos. Más bien era un partido en el que estar enchufado de principio a fin se presentaba como una obligación, y lamentablemente no fue así.


El CAI acusó un mal arranque de choque, plagado de nerviosismo e imprecisiones que los franceses supieron aprovechar para creerse superiores en casi todos los aspectos del juego.


Los 'rojillos' no encontraron su sitio en la pista en los primeros envites. Abusaron del tiro exterior y de las acciones individuales, permitiendo que poco a poco los visitantes pusieran tierra de por medio en el electrónico de la mano de un inspirado Diot y de los certeros lanzamientos desde la pintura de sus hombres interiores, hasta terminar con un significativo 13-22 el primer cuarto.


Los locales parecieron despertar en el segundo asalto, impulsados en el empuje general y las buenas acciones de Robinson y Jelovac en particular, pero los hombres del Estrasburgo no llegaron a parecer amenazados ni afectados por el dominio local, ni siquiera cuando su ventaja se vio reducida hasta los cuatro puntos a falta de cinco minutos para el descanso.


Dos triples de Robinson y las internadas del intermitente Norel fueron contrarrestados nuevamente por el mejor hombre de los galos, Diot, que además del poder anotador evidenciado durante los primeros diez minutos, comprendió el juego y asistió a sus compañeros.


Las esperanzas de remontada se desplomaron aún más en las acciones previas al descanso, donde la falta de acierto llevó a los aragoneses a una desventaja próxima a los 10 puntos: (33-40 abajo al descanso).La reacción


El inicio del tercer envite, con más orden en la circulación y mejores combinaciones que tardaron en ser correspondidas debajo del aro, sí fue esperanzador.


El buen trabajo de Katic en la pintura, el despertar de Jelovac y un activo Robinson, que hasta el momento era el máximo anotador 'rojillo' hicieron soñar al Príncipe Felipe. A sabiendas de que no era su mejor noche anotadora, el CAI se protegió más en defensa e hizo que descendiera la fluidez de juego de los galos, que empezaron a sentirse incómodos.


Llegó la comunión entre una grada entregada y unos jugadores que por primera vez no dudaban de sus posibilidades de victoria. El Estrasburgo celebró la conclusión de un cuarto, el tercero, que fue el mejor en cuanto a intensidad y transmisión del equipo de casa. 53-56 y todo por decidir.Jarro de agua fría y nueva reacción


El último cuarto no comenzó con la dinámica del anterior y el público y los propios jugadores lo percibieron. Volvieron las imprecisiones y los ataques lentos de los de Ruiz Lorente, castigados por un nuevo triple de Campbell y el orden defensivo rival.


Parcial de 2-6 en contra a falta de cinco minutos y malas sensaciones para afrontar la recta final. El Estrasburgo parecía mucho más entero y encontraba en la fuerza de Traoré debajo del aro su forma de desatascar la ordenada defensa del CAI.


Sin embargo, y a pesar de la falta de ideas, las acciones aisladas de Jelovac y los lanzamientos desde el tiro libre de Llompart mantuvieron con vida al equipo a falta de dos minutos para el final.


Siguieron las buenas defensas y el tándem Robinson-Jelovac hizo soñar a las gradas al llegar al firmar las tablas (66-66) cuando solo restaban 40 segundos. Tuvieron sus opciones los visitantes con un tiro de tres sobre la bocina, pero su error enseñó el camino hacia la prórroga.Prórroga


El comienzo de la prórroga sí fue esperanzador. El CAI se convenció de que lo peor había pasado y salió a la cancha enchufadísimo.


Jelovac fue el encargado de poner ventaja en el electrónico, marchándose hasta los 14 puntos y transmitiendo al Príncipe Felipe que él era la baza en quien confiar. Katic pudo incrementar la ventaja pero falló bajo el aro y, seguidamente, Traoré recortaba diferencias con un solo tiro libre. (68-67).


Llompart, con una canasta contra tablero inverosímil

firmó los siguientes tantos, contrarestados por Campbell y Traoré hacia una nueva ventaja gala.


Los fantasmas de los minutos finales regresaron a la cancha, las muñecas temblaron y Norel y Katic marraron sus respectivos lanzamientos.


Traoré, que se erigió como una pesadilla por su poderío bajo canasta durante todo el choque, encestó el último lanzamiento del Estrasburgo, para situar el marcador en el 71-73 que ya no se movería. Pudo empatar Robinson, en una última acción a la desesperada, pero su lanzamiento se salió de dentro.