CAI Zaragoza

El momento de crecer

CAI Zaragoza y Bilbao Basket comenzaron hace diez años su andadura en LEB. Caminos trazados por coordenadas diferentes que se entrecruzan en un momento crucial para los rojillos.

En la vida de una entidad deportiva, diez años de historia dan para mucho. Subidas y bajadas, amigos y enemigos, momentos memorables y otros que ojala pudieran ser borrados... En definitiva, experiencia acumulada que sirve para crear un bagaje necesario en el proceso de crecimiento de cualquier club. Es el caso del CAI Zaragoza, que este viernes cierra el 2012 de su décimo aniversario enfrentándose al Uxúe Bilbao Basket en un partido que podría ser trascendente en el futuro devenir del club.


Después de unos inicios complicados, similares a los del bebé que da sus primeros pasos para, más pronto que tarde, volver a besar el suelo, la entidad zaragozana parece haber logrado estabilizarse en posición erguida. O, lo que es lo mismo, encadenar tres temporadas en la Liga Endesa asentándose en la llamada zona tranquila de la tabla. Evolución que busca continuar quemando etapas con la primera participación del equipo en la Copa del Rey, hito que podría precisar de un triunfo ante el que es, por derecho, un rival especial durante la trayectoria vital del conjunto rojillo. En cierto modo, el espejo en el que los aragoneses nunca pudieron mirarse.


Creado solo dos años antes, el Bilbao Basket ha conseguido avanzar desde la base hasta la élite a través una progresión constante probablemente envidiada en Zaragoza. Una historia común que se remonta a la temporada 2002/03, cuando los dos clubes, por vías distintas, debutaban en LEB con la mirada claramente puesta en el piso de arriba. Entonces ninguno de los dos logró el objetivo, aunque en el duelo particular se comenzó a fraguar lo que después se ha consolidado como una clara superioridad del conjunto vasco sobre el aragonés. En la ida, los bilbaínos lograron imponerse por un espectacular 109-90, triunfo que repetirían en la vuelta (78-86). Aunque, sin duda, el gran duelo entre ambas escuadras se produciría en el siguiente curso. En Liga, un triunfo para cada uno. En la Copa Príncipe, los aragoneses terminarían levantando el título. Lamentablemente, en lo que de verdad importaba, el ansiado ascenso a la ACB, fueron los vizcaínos los únicos que consiguieron el objetivo. El comienzo de la bifurcación de dos proyectos que, sobre el papel, parecían tener todas las papeletas de trazar líneas paralelas.


Bestia negra


Actualmente, el Bilbao Basket es, por pleno derecho, uno de los grandes de la Liga Endesa. Los hombres de negro, como se hacen llamar tras sustituir el rojo primigenio que compartían con el CAI, son una potencia deportiva y social. Subcampeones hace dos campañas, los de Fotis Katsikaris marchan actualmente cuartos en la clasificación y su estatus está un peldaño por encima de los aragoneses. Así lo demuestra el hecho de que, en la máxima categoría, la escuadra aragonesa cuente todos sus enfrenamientos ante los vizcaínos por derrotas.


En cierto modo, esta tendencia convierte al choque que ambos conjuntos celebrarán el próximo domingo en una prueba de fuego para el cuadro zaragozano. A pesar de que no se quiera decir en voz alta, la entidad rojilla espera este curso dar el siguiente paso en su escala evolutiva: inscribir su nombre entre los próximos participantes de la Copa del Rey. Valdría para ello, algo para lo que el devenir de la competición exige ganar el domingo. Haciéndolo, además, tras imponerse por primera vez al Uxúe, patrocinador, por cierto, de origen aragonés, añadiría la carga simbólica precisa para representar dicho crecimiento. Es el momento y es el rival, no se puede fallar.