El límite es el cielo

Quedaban 15 segundos por jugarse cuando el público asistente al pabellón Príncipe Felipe se levantó en bloque de sus asientos para romperse las manos aplaudiendo al CAI Zaragoza. La imagen, vivida este sábado, resume a la perfección la actuación del conjunto rojillo ante el Unicaja. Un partido que se presentaba como clave en las aspiraciones de los zaragozanos para disputar la próxima edición de la Copa del Rey y que los pupilos de José Luis Abós solucionaron a su favor con un aplastante 82-64 en el electrónico.

Sin embargo, la gran diferencia existente en el marcador final no debe enmascarar el gran trabajo realizado por los aragoneses. Para llegar a él, el conjunto local tuvo que librar una dura batalla frente a uno de los equipos más completos de la Liga Endesa. Una escuadra diseñada para tomar parte de dos competiciones y cuyo fondo de armario es muy superior al que poseen los zaragozanos. Siempre sobre el papel, claro, porque en el parqué el panorama resultó muy diferente. El CAI logró suplir esta supuesta inferioridad mostrando una intensidad que quedó fuera de toda medición, y eso que no pudieron contar con su capitán, Pablo Aguilar, que no llegó al partido a pesar de haber sido infiltrado el pasado lunes.

Uno de los grandes pilares que sostienen la magnífica forma en la que viven los rojillos es la confianza que destila el grupo en sus posibilidades. Así lo demostró desde el salto inicial, imponiendo un parcial de 12-2 gracias, sobre todo, al trabajo de un Norel que se ha convertido por derecho propio en el gran referente del equipo. Golpe moral del que Unicaja logró levantarse gracias, sobre todo, al acierto ofensivo de Txemi Urtasun. El ex escolta rojillo materializó nueve de los 17 puntos que los andaluces anotaron en el primer cuarto, periodo que el CAI finalizó con 22 tantos en su haber.

La batalla, por lo tanto, no había hecho más que comenzar, elevando su intensidad durante el segundo cuarto. Los malagueños se pusieron las pilas y lograron un parcial de 0-9 que les colocó por delante por primera vez en el choque. Claro que los zaragozanos no se iban a arrugar, aceptando el envite y aportando la dureza que exigía el partido. El marcador era bajo, las posesiones largas y en cada jugada se libraba una lucha de titanes. La actitud en la que se cimentó el triunfo.

La reaparición de Toppert

Incomprensiblemente, en la segunda parte el Unicaja bajó el pistón. Situación que el CAI aprovechó para mantener el pie en el acelerador intentando marcharse del partido. Al volante, Chad Toppert. Por fin, el norteamericano, que había salido en el quintento inicial, afinó la puntería de su metralleta y, con tres triples, selló la ventaja con la que se cerró el tercer cuarto (60-51). El factor diferencial que permitió abrir brecha.

Así las cosas, quedaba cerrar el encuentro. De la mano de Perovic, Unicaja facturaba un 0-6 inicial en el último cuarto. Espejismo previo a la debacle andaluza. Fuertes en defensa, los aragoneses comenzaron a buscar a Norel, quien terminó con unos sobresalientes 21 puntos y ocho rebotes para 26 de valoración en su planilla personal. Números de estrella, sin ninguna duda. El holandés fue el encargado de colocar el lazo a un triunfo emocionante. Aunque Gist, cuando estaba todo decidido, trató de aguar la fiesta golpeando al poste con una dureza innecesaria. Acción que añadió la épica del dolor a una nueva actuación para guardar en vídeo del tulipán. Mal detalle que no empaña un triunfo que permite soñar a la marea roja con su primer desplazamiento copero a Vitoria.

Ficha técnica

CAI Zaragoza: Van Rossom (13), Roll (6), Toppert (12), Rudez (11) y Norel (21) -cinco inicial- Jones (2), Stefansson (10), Llompart (7), Marín (-) y Fontet (-)

Unicaja: Williams (7), Urtasun (20), Dragic (2), Vázquez (2) y Zoric (3) -cinco inicial- Simon (7), Lima (-), Vidal (4), Calloway (4), Perovic (6) y Gist (9)

Parciales: 22-17, 12-18, 26-16 y 22-13

Árbitros: Arteaga, Guirao y Planells.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimosegunda jornada de la Liga Endesa celebrado en el pabellón minucipal Príncipe Felipe ante 8.600 espectadores.