Assignia Manresa 75 -CAI Zaragoza 82

El CAI desactiva el embrujo del Nou Congost

Los aragoneses lograron su séptimo triunfo de la temporada tras imponerse en la complicada cancha del Assignia Manresa por 75-82.

Roll lleva a cabo una acción de ataque en Manresa
El CAI desactiva el embrujo del Nou Congost
EFE

Importantísima victoria del CAI Zaragoza en casa del Assignia Manresa. Los aragoneses lograron imponerse, no sin esfuerzo, por 75-82 en un choque marcado por la adversidad. Dificultades que comenzaban desde antes del salto inicial, con el anuncio de lesión de Joseph Jones, que no participó en el encuentro, y siguieron desarrollándose en forma de problemas de faltas. Aguilar y Stefansson terminarían excluidos tras serles señaladas cinco personales, mermando todavía más el potencial zaragozano para la cita. Afortunadamente, los visitantes lograron sostener su triunfo en el triunvirato de fichajes formado por Norel, Roll y Rudez. Jugadores que se combinaron para convertir 59 puntos.


Para el conjunto aragonés, jugar en el Nou Congost parece suponer el paso por un vértice espacio-temporal hacia otra dimensión. Un escenario en el que el tiempo transcurre más lento, los aros son más pequeños y la atmósfera, con el público muy pegado a la pista, resulta más que incómoda. Ingredientes que hacen del pequeño pabellón manresano una de las canchas menos apetecibles para los zaragozanos. Trazos de un triunfo demasiado incómodo para la manifiesta desigualdad de nivel existente entre ambos contendientes.


Así se vio que, pese a contar con varias oportunidades para dinamitar el partido a su favor, el CAI tuvo que recurrir a un final más igualado de lo deseable para arrancar la victoria. Dio igual que, por ejemplo, al descanso los de José Luis Abós llevaran una ventaja de 11 puntos electrónico. Renta lograda, sobre todo, gracias a la irrupción de Rudez en el partido. Con la muñeca engrasada, el croata convirtió 12 de sus 20 puntos en el segundo periodo. Una producción facturada, además, con magníficos porcentajes, entre los que se incluye un 75% de acierto en tiros de dos y un 66% en lanzamientos triples. Máxima efectividad para destrozar el aro rival.


Sin embargo, los locales consiguieron reponerse a la vuelta de vestuarios. Con un inicio arrasador, apoyándose sobre todo en sus dos mejores hombres, DeVries, que terminó con 24 tantos, y Ramsdell, que aportó 13, el Assignia recortó distancia. Los de Ponsarnau se postulaban de nuevo en el encuentro, prestos a aprovechar el embrujo que parece ejercer su pista sobre el conjunto rojillo. Maldición que posteriormente se cebaría con Pedro Llompart, quien tras un resbalón en la zona tendría que ausentarse del choque por molestias en la espalda.


Con el equipo mínimo, Abós, que de inicio había dado entrada a Toppert en el quinteto titular, otorgándole una oportunidad que el norteamericano no aprovechó, confió en el cinco formado por Van Rossom, Roll, Stefansson -hasta que fue expulsado-, Rudez y Norel para jugar la gran mayoría de minutos definitivos. Un equipo que no le defraudó, especialmente aquellos jugadores que debutan este año con la elástica rojilla. Norel y Roll terminaron, con 23, como los más valorados del choque. Estadística a la que el norteamericano debe sumar varias acciones de importancia vital para cerrar el triunfo.


No en vano, cuando los locales creyeron que era posible sacar su segundo triunfo de la temporada, el CAI se dedicó única y exclusivamente a buscar a su escolta. Con su indudable clase y a través de sus eternas suspensiones, el californaino no defraudó a sus compañeros, martilleando el aro contrario con 11 tantos casi consecutivos. Puntos de viaje para el cuadro zaragozano, que da un pasito más de cara a lograr un pase para la Copa.