CAI Zaragoza

Dejen circular al balón

Contra Obradoiro, el CAI Zaragoza volvió a la senda del baloncesto colectivo, repartiendo un total de 17 asistencias.

Falsa alarma, el CAI Zaragoza mantiene el pulso competitivo. Tras una mala racha de juego y resultados, el conjunto aragonés aprovechó su condición de local para volver a mostrar su cara más brillante. Esa que se traduce en victorias holgadas y alegrías para su afición. Los tropezones consecutivos ante Valencia, Barcelona y Gran Canaria quedan asumidos como derrotas de calendario. Fallos ante equipos poderosos en las que los zaragozanos no lograron reconocerse sobre el parqué.


No fue el caso del domingo. Ante Obradoiro, que llegaba al Príncipe Felipe con la vitola de equipo revelación, los zaragozanos volvieron a imponer el estilo de juego que sembró ilusión durante el comienzo liguero. Sólidos atrás, los pupilos de Abós volvieron a recuperar el toque en campo contrario. Moviendo el balón con criterio en busca de la mejor opción ofensiva. Muestra de ello son las 17 asistencias totales que repartieron los locales, sin duda una de las claves para sumar el tercer triunfo del curso.


Precedentes

El dato fue destacado por el entrenador rojillo en sala de prensa, quien aseguró que “compartir el balón, invertirlo, nos da mucho en ataque y es complicado de defender para el otro equipo”. Una lectura que entronca con el discurso baloncestístico ejercido durante los primeros partidos protagonizados por el CAI. Especialmente, durante el luminoso debut ante el Caja Laboral. Entonces, los aragoneses también terminaron el partido con 17 pases de canasta totales.


En Tenerife, sin embargo, el equipo se quedó en nueve asistencias. Tampoco hicieron falta más, la verdad, pues el acierto anotador de Van Rossom desde la línea de triple obró la victoria. Este hecho se puede leer como la excepción a la regla, pues en un conjunto diseñado sin la presencia de un súper anotador, los zaragozanos han de fundamentar su fuerza en el colectivo.


La política del pase continuó en Valencia, a pesar de la derrota, con 16 entregas de canasta, pero se truncó profundamente contra el Barcelona, nueve, y cayó en una sima incomprensible en Gran Canaria, con solo cinco repartos. Coincidiendo, justo, con los peores momentos de juego del CAI, con el equipo sufriendo para llegar a la cincuentena de puntos.


Vuelta al camino

Esta crisis en el reparto de balones francos ha supuesto que los aragoneses figuren, todavía, como el segundo equipo de la Liga que menos asistencias ofrece, con una media de 11,83 por partido. Números muy alejados del potencial existente. No en vano, el conjunto que mejor mueve el esférico, Obradoiro, lidera la clasificación con un promedio de 16,83 pases de canasta por choque. Marca que, de haber sido continuo en su juego, el CAI ha demostrado poder rondar.


Y eso que, ante Obradoiro, su mejor pasador hasta la fecha decidió transformarse en un anotador. Michael Roll todavía figura en la lista de mejores pasadores de la competición, en decimoquinta posición, aunque el domingo decidió mostrar que, además, también es un gran convertidor. No en vano, con 16 tantos, el norteamericano fue el que más canastas anotó entre los pupilos de José Luis Abós.