Cabezas decide a favor del CAI en un final de infarto

Final de infarto para celebrar la celebrar la decimocuarta victoria del CAI Zaragoza en la temporada. El conjunto rojillo, que sufrió más de lo deseable para derrotar a Manresa, terminó imponiéndose por 72 a 71 gracias a una bandeja de Carlos Cabezas a falta de dos segundos para el término del encuentro. Una apuesta arriesgada, la de querer la última posesión, que resultó satisfactoria para los locales. Todo un impulso de alegría para un equipo propulsado hacia el primer 'playoff' de su historia.

No fue un buen encuentro de los rojillos. Atorados durante gran parte del mismo, el cuadro dirigido por José Luis Abós acusó en determinadas fases sus propios errores. Especialmente las pérdidas de balón. Los zaragozanos entregaron un total de 20 pelotas al Assignia Manresa, siete de ellas en el tercer periodo. Demasiadas facilidades para un rival correoso hasta el extremo, que se mantuvo plantando cara hasta el final y se marchó enfadado por el arbitraje. Doellman y Downs, sus dos mejores hombres, no terminaron sobre el parqué por acumulación de faltas.

Para el CAI, los dos primeros cuartos se resumen en la figura de Rafael Hettsheimeir. El brasileño se marchó al descanso con 20 puntos en su haber, toda una exhibición al poste bajo que acompañó, incluso, con dos triples anotados, uno de ellos a tabla. Finalmente, el poste acabó con 24 tantos y ocho rebotes en su hoja personal, magnífica actuación que le valió los gritos de '¡MVP!' por parte de la grada. Del resto, poco o nada. Incomprensiblemente, Toppert optaba por botar, quizás su peor recurso, en vez de tirar. Van Rossom se peleaba con el aro, el cual escupió casi todos sus intentos lejanos. Wright y Cabezas no aparecían por la pista y Almazán, que partió como titular, no pudo suplir al lesionado Aguilar.

Doellman, que terminó con 23 puntos, se colaba una y otra vez por la puerta de atrás para hacer canasta. Para intentar frenarlo, Abós colocó primero a Fontet y, posteriormente, a Archibald. Centímetros y envergadura que dificultaran el acceso al aro. El escocés, algo revolucionado de vueltas, impuso disciplina en la pintura con una dureza que, por primera vez, achantó la fluidez anotadora de los manresanos. En la batalla, Acher tuvo que ser sustituido tras fracturarse la nariz en un golpe con Toppert. Una jugada que, por protestas, costó una técnica a Ponsarnau, entrenador de los catalanes.

Sin ningún equipo que lograra dejar atrás al contrario llegó el desenlace. Cabezas, que se había dejado notar en el Príncipe Felipe al término del tercer cuarto, en el que consiguió la última canasta, asumió la responsabilidad de liderar al equipo en los instantes cruciales. Así, a falta de 19 segundos, el marbellí anotó dos tiros libres que colocaban el 70-69 en el marcador. Tras tiempo muerto, Abós, a diferencia de lo ocurrido, por ejemplo, ante Lagun Aro, decidió demandar la última posesión y mandó al base andaluz hacer falta. Rodríguez, destinatario de ésta, fue a la línea personal, donde no erró (70-71).

Como no podía ser de otra manera, el balón fue a manos del que fuera campeón del Mundo en 2006, que no falló. En una magnífica jugada personal, Cabezas penetró por la zona manresana sirviendo en bandeja la victoria a los rojillos. Una jugada que consiguió levantar en pie a todos los asistentes al pabellón municipal en un éxtasis de júbilo colectivo. El triunfo, que durante tanto tiempo había estado pendiente de un hilo, se quedaba en casa.

Ficha técnica:

72 - CAI Zaragoza (22+16+17+17): Wright (13), Hettsheimeir (24), Stefansson, Almazán (1) y Cabezas (10) -equipo inicial-, Van Rossom (6), Marín, Archibald (8), Fontet (3) y Toppert (7).

71 - Assignia Manresa (24+8+20+19): Asselin (14), Rodríguez (4), Montáñez (7), Doellman (23) y Downs (11) -equipo inicial-, Hernández, Gladyr (7), Hanga (5), Achara y Oriola.

Árbitros: García Ortiz, Lluís Guirao y Sacristán. Downs (min.35) y Doellman (min.40) fueron eliminados por cinco personales.

Incidencias: Partido correspondiente a la 26ª jornada disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 6.500 espectadores.