El Tecnyconta, ridiculizado

El equipo aragonés sólo ha resistido los siete primeros minutos del choque.

El Tecnyconta ha sido muy inferior al Gran Canaria
El Tecnyconta ha sido muy inferior al Gran Canaria
Raquel Labodía

El Tecnyconta ha abandonado la pista cabizbajo, abatido y desencantado, muy mermado anímicamente, y en medio de una sonora pitada de su propia afición. El equipo aragonés sólo ha resistido los siete primeros minutos del choque. Sin argumentos atrás -ya había encajado 21 puntos-, al menos estaba respondiendo con una propuesta ofensiva dinámica, rápida, creativa y alegre. Por entonces, el cuadro zaragozano se sostenía por la capacidad anotadora de Stevan Jelovac (9 tantos), Adas Juskevicius (7) y Robin Benzing (5), y competía con entereza frente a uno de los equipos más imponentes del panorama nacional. Después, sin embargo, el conjunto local ha protagonizado un desplome sorprendente, ya en los últimos compases del primer acto, y enseguida ha enarbolado la bandera blanca. Ha sido un bloque sin juego, sin alma, sin carácter, sin orgullo ni convicción, y nunca ha podido aspirar a la victoria. De nuevo, el conjunto de Luis Guil se ha desencajado ante las primeras adversidades, sometido por una fragilidad defensiva alarmante. El Tecnyconta, vacilante y quebradizo, escasamente combativo, nunca se ha aplicado atrás con la intensidad que demandaba el encuentro.

Con este desenlace, los zaragozanos prolongan sus dudas cuando ahora, además, le sobreviene un calendario especialmente adverso. Le aguardan dos desplazamientos consecutivos, ambos de una exigencia máxima. Primero frente al Iberostar Tenerife -segundo, con las mismas victorias que el líder-; y posteriormente contra el Barcelona, en el Palau. Y todo ello, con el abismo del descenso emergiendo bajo sus pies: una única victoria le separa en la actualidad del Obradoiro, penúltimo clasificado.

En el inicio, el Tecnyconta ha anotado con suma facilidad, pero sigue presentando una desequilibrios gigantescos en las labores de contención. Su adversario se ha manejado en ataque con soltura, sin excesiva oposición, y ha encontrado situaciones muy favorables de tiro desde todas las posiciones de la pista. Por dentro, Planinic se ha impuesto con una autoridad sorprendente, mientras que McCalebb -dos triples de dos intentos-, Salin y Pablo Aguilar han azotado desde el perímetro. A los siete minutos de juego, los visitantes ya habían facturado 21 puntos, lo que ha obligado al técnico de los aragoneses, Luis Guil, a detener el partido para corregir las desatenciones defensivas de sus jugadores (17-21). Sin embargo, el Herbalife ha impuesto un ritmo trepidante, sin apenas tregua, y ha seguido jugando con criterio, oficio y rapidez en cada una de sus acciones, favorecido por las lagunas de su oponente. De hecho, ha cerrado el primer acto con 29 tantos, un fiel reflejo de la escasa presión ejercida por los zaragozanos. Además, el equipo aragonés ha convertido una única canasta en los tres últimos minutos del cuarto, lo ha impulsado el despegue del cuadro insular (19-29). La escuadra de Luis Casimiro, con una efectividad del 50% en triples (4 de 8), también gobernaba con solvencia el juego interior (10 rebotes en 10 minutos, por sólo 5 de los locales).

El guión se ha mantenido en el segundo parcial. El Tecnyconta, víctima de su propia ansiedad, ha exhibido un juego lento, plano y previsible. Han regresado las dudas, los errores, las imprecisiones y las pérdidas de balón. Con lanzamientos forzados, en ocasiones al límite de la posesión, ha reducido drásticamente su porcentaje de acierto: no ha sumado no un solo punto en los cuatro primeros minutos de la reanudación. Y el Herbalife, distinguido por su amplitud de recursos ofensivos, ha ampliado la distancia hasta los 18 tantos (19-37). El equipo grancanario, muy superior en todos los órdenes del juego, ofrecía ritmo, fluidez y muy buenas lecturas del juego, lo que le proporcionaba tiros muy ventajosos. El conjunto aragonés, permanentemente superado, cada vez más impotente, emitía señales muy negativas. El desplome anímico era sobrecogedor. Al cuarto de hora, la renta visitante ya era de 25 puntos (26-51), tras un contundente parcial (7-22) de los grancanarios, en apenas cinco minutos. En los locales, no había síntoma alguno de reacción.

Tras el descanso, el Tecnyconta ha tratado de mantener el decoro. Luis Casimiro, técnico del Herbalife, ha concedido minutos a los jugadores menos habituales, pero su equipo no ha rebajado sus prestaciones. De esta forma, la ventaja de los grancanarios se ha ampliado a los 31 puntos (49-80), justo a la media hora de partido, con Planinic, McCalebb, Kuric y Hendrix como principales ejecutores. Por entonces, lo locales presentaban un 50% de acierto en los tiros de 2, y un 20% en los lanzamientos triples. Con esos registros resulta imposible aspirar a la victoria, menos aún cuando recibes 80 tantos en 30 minutos de juego.

El Tecnyconta ha finalizado la contienda decepcionado, desanimado e impotente, expuesto a un castigo todavía mayor, ante un rival mucho más equilibrado, más estructurado, más intenso, más fiable, más comprometido y mucho más seguro de sus fuerzas. El cuadro aragonés ha encajado más de 100 puntos en su feudo, y ha perdido por la mayor distancia de toda su historia. Ha sido ridiculizado (57-102).

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