El Tecnyconta se desangra

El equipo aragonés también pierde en casa ante el Burgos, un recién ascendido, y cierra la primera vuelta en la penúltima posición.

Imagen del Tecnyconta-Burgos.
Imagen del Tecnyconta-Burgos.
Raquel Labodía

El Tecnyconta es un bloque imprevisible, inestable e irregular. Un equipo bipolar, capaz de alternar buenos momentos con desajustes sorprendentes, impropios de un equipo profesional, que otorgan facilidades gigantescas a su oponente. El Burgos se presentaba a la cita en clara línea ascendente, después de haber conquistado el triunfo en tres de su últimas cuatro compromisos, y no desaprovechó concesiones de tal magnitud: edificó una renta de 16 puntos en los primeros 10 minutos de juego, que supo administrar después, y acabó derribando todas las previsiones en el pabellón Príncipe Felipe (73-79). La victoria, de rango mayor, deja al cuadro zaragozano en una situación inquietante, justo al cierre de la primera vuelta. Los aragoneses caen a la antepenúltima posición, con 12 derrotas en 17 jornadas, y con un solo un partido de margen con los puestos de descenso a la Liga LEB. Y sin mostrar ningún atisbo de recuperación.

De inicio, los dos conjuntos impusieron un ritmo trepidante, sin apenas tregua. Del intercambio de canastas salió favorecido el Burgos, que se empleó con mayor templanza en sus acciones de ataque y que dispuso, por ello, de situaciones muy favorables de tiro. A ello contribuyó el Tecnyconta, demasiado permisivo en las labores de contención. Además, el cuadro aragonés se manejó en ataque con prisas, sin las pausas preceptivas, sin la serenidad suficiente para desencajar la ordenada defensa del rival. El resultado fue desplome sorprendente de los locales, permanentemente superados en todos los órdenes del juego. El dominio visitante enseguida se trasladó al marcador (8-15), lo que obligó al entrenador de los aragoneses, Jota Cuspinera, a detener el partido a los seis minutos de juego. Pero lejos de reaccionar, el equipo zaragozano acentuó sus dudas en los últimos compases del cuarto: el Burgos amplió su renta hasta los 16 puntos, justo al cierre del acto inaugural (12-28), impulsado por la efectividad de Jenkins (10 tantos en los primeros 10 minutos), el dominio de Thompson y Huskic bajo los aros, y el despliegue físico y la energía de Sebas Saiz. Los visitantes, con una zona 2-3, se movían con una facilidad imprevista y disfrutaban de un choque plácido, sin oposición.

El Tecnyconta elevó sus prestaciones en el segundo cuarto. Recuperó su esencia competitiva y modificó, por fin, su enfermizo aspecto en los dos lados de la pista. Atrás edificó un muro sólido, prácticamente inabordable, que enseguida le aportó réditos: el Burgos redujo drásticamente su anotación, al mismo tiempo que los zaragozanos, cada vez más convencidos de sus fuerzas, aumentaban su rendimiento ofensivo. En este sentido, el conjunto local facturó 16 puntos más que en el primer acto. El despegue de los anfitriones fue liderado por Varnado (10 tantos) y por Gary Neal (7), al margen del desempeño de Bo McCalebb en la dirección y la amenaza exterior de Jonathan Barreiro. Al descanso, el equipo de Cuspinera volvía a aspirar nuevamente a la victoria, tras haber recortado su desventaja hasta los 6 puntos (40-46). Sebas Saiz, con 11 puntos en el intermedio, sostuvo al Burgos en el segundo cuarto.

En la reanudación, el conjunto visitante fue más incisivo en los primeros compases y firmó un parcial de 4-0 en apenas un minuto. Salió al rescate Gary Neal, con dos certeros triples cuando más dudas presentaba el Tecnyconta, y una asistencia a Dragovic que culminó el serbio bajo los aros. Así, los locales se situaron a sólo 2 puntos en el ecuador del tercer acto (49-51), reforzados también por su notable mejoría en las labores de contención. Un lanzamiento de Barreiro desde el perímetro redujo la distancia a la mínima expresión (54-55), mientras que Janis Blums igualó la contienda desde la línea de personal (55-55), al convertir uno de sus dos intentos. Posteriormente, Nicolas de Jong puso, por fin, por delante a los aragoneses con dos tiros libres perfectamente ejecutados (57-55), aunque Sebas Saiz devolvió la ventaja al Burgos a la media hora de juego (57-59). El duelo llegaba equilibrado al tramo definitivo.

El Burgos exhibió un mayor acierto en el inicio del último cuarto, con Sebas Saiz trabajando sin descanso en la pintura y con Edu Martínez golpeando desde el perímetro. Los visitantes tomaron oxígeno (60-68). El Tecnyconta, por entonces sin amenaza exterior, sin una propuesta colectiva solvente, necesitaba agarrarse a acciones individuales para mantenerse en el partido. Más aún cuando los burgaleses ampliaron su ventaja hasta los 10 puntos (64-74), a sólo tres minutos de la conclusión. Emergió entonces la figura de Gary Neal, habituado a ocupar el centro de la escena en los momentos más comprometidos, para volver a creer en la remontada (70-74). Restaban 90 segundos para el final. Sin embargo, el Burgos aguantó el tipo con una entereza admirable.

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