El Tecnyconta ha perdido en Bilbao (77-72), tras un duelo ajustado que se ha resuelto en el último minuto, y sigue marcado por los rigores de la clasificación. Pese a la ausencia de De Jong en la pintura, el cuadro aragonés ha competido con seguridad y convicción durante la mayor parte del choque, aunque se ha descompuesto en los compases finales, cuando parecía haber atrapado la victoria, al encajar un parcial de 15-0 en el marcador. Los vascos, muy exigidos, se han empleado con mayor oficio y serenidad en el cuarto definitivo, mientras que los visitantes se han desplomado sin remisión. Por orgullo y actitud, por su capacidad para sobreponerse a las adversidades, por su notable resistencia a la derrota, los zaragozanos han merecido ganar a un adversario que, por momentos, se ha manejado con una dificultad imprevista ante sus propios aficionados. Pero el desenlace, una vez más, le ha resultado adverso. Como en Santiago, en la jornada inaugural; y como en Zaragoza, ante el Herbalife, en el pabellón Príncipe Felipe. Y el Tecnyconta sigue sin ganar, transcurridas cuatro jornadas de la Liga Endesa. Urge reaccionar.

El conjunto aragonés nunca le ha perdido la cara al encuentro. Ha mostrado carácter, orgullo, personalidad, compromiso y ambición. Valores muy estimables para comenzar a crecer. Lo demás vendrá conforme avance la competición, cuando Jota Cuspinera consiga ajustar definitivamente todas sus piezas. La tarea no es fácil, después de las nueve incorporaciones nuevas acometidas por el club; pero en la plantilla hay actitud, hambre y recursos. Tiene unas bases muy sólidas. Solo faltan tiempo y paciencia.

De inicio, el Tecnyconta ha propuesto un ritmo trepidante, sin apenas tregua, y su determinación enseguida le ha aportado réditos. Al minuto y medio de juego, los zaragozanos ya habían edificado una renta de seis puntos en el marcador, con una penetración de Gary Neal, un lanzamiento de Tomás Bellas y una canasta de Dragovic en la pintura. Además, el cuadro aragonés ha sumado atrás con tenacidad y concentración, sin desatenciones. Ha levantado -por fin- un muro sólido y resistente, prácticamente inabordable, y ha sabido anular las principales amenazas ofensivas de su adversario. Una acción individual de Tomás Bellas -robo y contragolpe- ha ampliado la ventaja de los visitantes, y ha obligado al entrenador de los bilbaínos, Carles Durán, a solicitar el primer tiempo muerto del duelo. En el ecuador del acto, la facturación del Bilbao se había reducido a sólo siete puntos, mientras que los visitantes, muy acertados también desde el perímetro, habían aumentado su ventaja con los triples de Álex Suárez y Jonathan Barreiro (7-18).

Sin embargo, el conjunto vasco es un bloque enérgico, tenaz y experimentado, siempre presto al combate, habituado a presentar una notable resistencia a la derrota. Más aún en su propia pista, donde, al calor de sus aficionados, no suele admitir demasiadas concesiones. Así, en cuanto el Tecnyconta ha dejado de anotar, los locales enseguida han reducido distancias con Todorovic y Mumbrú como principales referencias de ataque (14-18). El preparador de los aragoneses, Jota Cuspinera, ha detenido el choque para corregir los desajustes de su equipo. Y los visitantes, de nuevo, han recuperado su mejor versión para seguir gobernando el partido. Sobre todo Tomás Bellas, quien ha asumido responsabilidades en los dos lados de la pista. Al margen de sus elevadas prestaciones defensivas, el base ha cerrado el primer cuarto con 11 puntos y 3 asistencias en su haber. Por entonces, los zaragozanos caminaban con paso firme hacia la victoria (18-25).

En el segundo acto, el Tecnyconta ha tenido numerosas dificultades para anotar. Transcurridos cuatro minutos, su aportación ofensiva se había reducido a una canasta de Mazalin en un rápido contragolpe. Sin Bellas en la pista, nadie ha visto la luz. El juego era lento y previsible, y los visitantes no hallaban situaciones ventajosas para lanzar. Mientras, el Bilbao se ha agarrado a Mumbrú y Kempton para situarse a sólo dos puntos (25-27), lo que ha conllevado un nuevo tiempo muerto de Jota Cuspinera. Al cuarto de hora, Bellas ha regresado a la pista para dotar al duelo de mayor actividad, porque el Bilbao ya había modificado la tendencia y, de hecho, había adquirido su primera ventaja del choque con tres puntos de Jonathan Tabu (31-29). El Tecnyconta, sin intensidad atrás, sin criterio en ataque, ha seguido hasta el descanso con importantes dudas y errores, con su silueta desfigurada. Se ha desplomado sin remisión y ha encajado un parcial de 18-6 en apenas siete minutos. Demasiadas concesiones para competir en Miribilla, uno de los escenarios más exigentes de la Liga ACB. Los vascos, por ello, han alcanzado el intermedio con ventaja en el marcador (38-35) y sensaciones muy positivas en su juego. En el cuadro visitante, sus principales activos presentaban un balance desalentador: Gary Neal había sumado 4 tantos en 16 minutos, mientras que Janis Blums, lastrado por su propia ansiedad, ni siquiera había podido anotar en los dos primeros cuartos. El letón, que jugó en Bilbao durante cuatro temporadas, ha sido recibido con una ovación unánime y sincera de la grada, pero no ha estado cómodo sobre la pista hasta el último cuarto.

El equipo local, muy seguro de sí mismo, no ha ofrecido concesiones en los primeros compases de la reanudación. Jota Cuspinera ha detenido el duelo a los tres minutos de juego, después de las gigantescas desatenciones de su equipo en las labores de contención. Un triple de Tabu, una penetración de Todorovic y una canasta de Hervelle, todas ellas de fácil ejecución, han ampliado la ventaja de los vascos hasta los ocho puntos (45-37). El Bilbao parecía iniciar el despegue, pero los aragoneses han sabido sobreponerse con una actitud formidable. Barreiro, Bellas y Varnado han iniciado la remontada, culminada poco después con un triple de Suárez y una bandeja de Blums (49-50). El Tecnyconta volvía a ponerse por delante y, pese al tiempo muerto de Carles Durán, ha aumentado su renta con los tantos de Varnado y Michalak (49-53). Sin embargo, una canasta de Hammink y un triple de Redivo han volteado nuevamente el marcador a la media hora de partido (54-53).

En el tramo decisivo, el Bilbao se ha manejado con mayor templanza, oficio y convicción. Y eso que el acto se ha iniciado con tres puntos de Gary Neal -canasta más tiro libre adicional- y un certero lanzamiento de Janis Blums desde la línea de 6,75 (54-59). El Tecnyconta presentaba una defensa firme, de permanentes ayudas, que minimizaban la capacidad ofensiva de su adversario. Blums ha emergido con fuerza en los instantes de fragor, en los momentos más comprometidos de la contienda, y lo ha hecho con un acierto devastador. Especialmente desde el perímetro, con tres triples prácticamente consecutivos que han distanciado a los aragoneses a cuatro minutos de la conclusión (62-72). Pero el Bilbao es un bloque combativo, competitivo al máximo, que nunca baja los brazos por muy elevados que sean los obstáculos a sortear. Con los puntos de Todorovic, Mumbrú y Hervelle, el cuadro local se ha recompuesto en el aspecto ofensivo y ha seguido optando a la victoria, cuando el partido parecía inclinado del lado aragonés. Tabu, con un triple, ha completado un 11-0 de parcial para los vascos (73-72), a un minuto del final. Gary Neal, muy desacertado en el tramo final, ha cometido falta en ataque sobre Pere Tomás -muy rigurosa-, y Tabu ha ampliado la renta de los locales con una canasta de media distancia (75-72). Después, Dragovic ha errado un triple desde la esquina, totalmente liberado, y Todorovic ha sentenciado a los zaragozanos desde la línea de personal (77-72).