Baloncesto femenino

Una corona europea con sabor aragonés

La jugadora Cristina Ouviña y el técnico Vïctor Lapeña, exmiembros del desaparecido Mann Filter, han contribuido a la victoria de la selección española de baloncesto femenino en el Eurobasket.

Cristina Ouviña y Víctor Lapeña en el Eurobasket
Cristina Ouviña y Víctor Lapeña en el Eurobasket
TWITTER

La selección española de baloncesto femenino reina en Europa desde el pasado domingo, y parte de esa corona pertenece a Aragón. Víctor Lapeña, como segundo entrenador, y Cristina Ouviña, como alero, representantes del baloncesto zaragozano y del espirítu del Mann Filter desaparecido el año pasado, contribuyeron a la victoria en el Eurobasket de Francia y ya han regresado a España donde tratan de "digerir" todo lo sucedido.


Víctor Lapeña, actual campeón de Liga con el Perfumerías Avenida de Salamanca, reconoce que este ha sido el colofón a una temporada perfecta con su equipo. "La experiencia del Europeo ha sido magnífica, tanto trabajo, disciplina, las horas invertidas han valido la pena y es maravilloso. Es una gran satisfacción y responsabilidad el hecho de representar a tu país", asegura el técnico asistente.


La selección española no partía como favorita, ni siquiera sus propios componentes esperaban este éxito, reconoce Lapeña. "Poco a poco empezamos a creer en ello, vimos que las chicas estaban jugando muy bien, y que todo el trabajo estaba dando sus frutos", añade.


Para Cristina Ouviña, que actualmente juega en el Wisla Can-Pack de Cracovia, la experiencia ha sido también muy buena. "Yo en toda la concentración me veía más fuera que dentro -reconoce- por jugar en una posición que no es la mía y en la que ya había varias opciones. Así que estoy súper contenta y súper feliz". Y no es para menos, ya que, a pesar de no haber tenido muchos minutos durante la competición europea, en la semifinal la zaragozana metió 19 puntos, siendo clave para la victoria frente a Serbia.


Ambos aragoneses creen que el oro europeo puede suponer un fuerte respaldo para el deporte femenino, especialmente en cuanto al apoyo de patrocinadores privados. "Poco a poco van a hacer una apuesta más potente por los clubs de liga femenina y a ver si así es posible que vuelvan las grandes jugadoras y los grandes equipos", explica Lapeña. Para Ouviña ha quedado demostrado en los medios de comunicación y en la afición que "el deporte femenino está teniendo más repercusión" gracias a este triunfo.


Vuelta a España "por todo lo alto"

La selección se hizo con el preciado metal tras un campeonato perfecto que acabaron invictas, pero el mejor premio fue la acogida de la gente. "La vuelta ha sido muy bonita -cuenta el técnico-, tuvimos una repercusión y un recibimiento inesperado".


Y es que más de un millón de personas siguió la final por Teledeporte mientras que cientos de aficionados esperaron a las campeonas a su llegada a Madrid donde recorrieron las calles en un autobús preparado para la ocasión con el título de 'Campeonas'. La jugadora zaragozana coincide en que fue una recepción "por todo lo alto y, sobre todo, con mucha alegría".


Un grupo conocido

Lapeña reconoce sentir cierta debilidad por las jugadoras que han estado a su cargo en otros equipos, "aunque se les coge cariño a todas, es inevitable sentir algo especial por las que han tenido que aguantarme y padecerme durante meses, las que he intentado siempre que sean mejores jugadoras". Y entre ellas se encuentra Cristina Ouviña, a sus órdenes en el Mann Filter, de la que reconoce "está dando grandes pasos, le sentó bien el cambio, ha crecido y madurado y el tener la oportunidad de jugar la Euroliga le ha permitido llegar muy bien a este torneo, como ha demostrado".


La jugadora admite que el apoyo de gente conocida como Víctor Lapeña, el preparador físico Jordi Aragonés o jugadoras como Queralt Casas le han ayudado a sentirse más a gusto con el grupo. "Se pasan altibajos durante la competición -explica- y siempre ayuda tener a alguien con quien hablar".


Despedida de dos grandes

Este Eurobasket puso el punto y final a la carrera en la selección de dos de las mejores jugadoras de baloncesto de la historia de España: Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar.


Lapeña reconoce haber disfrutado mucho a su lado durante los cinco años que han compartido selección ya que "pocas jugadoras o casi ninguna llegarán a estar a su nivel", por lo que les desea mucha suerte para el futuro.


Para Ouviña ha sido un orgullo jugar junto a ellas. "Yo creo que soy la envidia de muchísimas jugadoras que ven en ellas una referencia. Han sido, son y serán la leyenda del baloncesto femenino y me siento orgullosa de haber estado a su lado", explica.


Próximo objetivo: el Mundial

Para el técnico aragonés lo importante ahora es "saborear lo conseguido" y luego ya se verá porque "el Mundial son palabras mayores aunque, por supuesto, intentaremos superarnos".


En el terreno particular ha renovado un año más por el Perfumerías Avenida, un club que exige "luchar por todos los títulos españoles y por hacer un buen papel en la Euroliga", por lo que tiene claro que "vamos a luchar por todo". También se incorpora el día 23 con la selección sub-18 para el Europeo, una generación que viene de ser subcampeona del mundo y de la que también se esperan grandes logros.


Ouviña, también ha renovado un año con su actual equipo en Polonia, y afirma que el próximo objetivo de la selección es sin duda el Mundial, aunque hay que ir "paso a paso". "Es muy diferente a un Europeo, pero si soñamos con este y lo conseguimos por qué no podemos ser campeonas del mundo", responde.


Para la jugadora el cambio de vida de Zaragoza a Cracovia fue muy grande, aunque la experiencia le está sirviendo para "aprender mucho deportivamente pero, sobre todo, personalmente. Allí estás sola y tienes que buscarte la vida". Respecto al baloncesto polaco asegura que hay varias diferencias con el español, principalmente "en la alegría que mostramos". Para ella "un partido en la liga polaca no es que sea triste, pero su juego no es tan vistoso, no hacen espectáculo. En España engancha verlo, nos divertimos y lo pasamos muy bien como ha podido verse", concluye.