SD HUESCA

Aterriza Luis García

El ex meta del Real Zaragoza, entre otros equipos, llegó ayer a prueba con la intención de formalizar en breve su contrato. El técnico, Quique Hernández, avala su fichaje.

Luis García, ayer, en su primer entrenamiento con el Huesca, en el campo del Instituto Montearagón.
Aterriza Luis García
RAFAEL GOBANTES

Luis García Conde, el que fuera guardameta del Real Zaragoza en la temporada 04/05, se incorporó ayer a los entrenamientos de la Sociedad Deportiva Huesca con la idea de fichar en los próximos días por el conjunto azulgrana. García cuenta con el aval del técnico Quique Hernández, con el que coincidió en el Numancia un año antes de recalar en la capital maña. En aquella campaña lograron el ascenso a Primera División y el cancerbero fue declarado mejor portero de la división de plata.


186 centímetros de altura y 32 años (23 de abril de 1979) son los datos principales del meta toledano, que en la actualidad se encontraba sin equipo, tratando de mantener la forma de la mano del preparador de porteros del Getafe, club en el que recaló tras su etapa como zaragocista.


En las últimas tres temporadas Luis García ha pertenecido al Tenerife, donde empezó jugando hasta que la competencia con Sergio Aragoneses lo relegó al banquillo. No guarda un recuerdo muy grato de su paso por la isla chicharrera porque descendieron a Segunda B, pero, como él mismo señaló ayer, «eso es agua pasada» y ahora viene aquí «con mucha ilusión».


Da por hecho el fichaje


Por la forma de expresarse, la contratación del portero castellano parece inminente. «Voy a estar a prueba unos días porque es normal que el club quiera comprobar en qué estado de forma me encuentro, pero espero que todo vaya bien y firmar lo antes posible. Como si es mañana. En lo económico no va a haber ningún problema», comentó García.


El nuevo portero se ejercitó por la mañana en el entrenamiento celebrado en las instalaciones del instituto Montearagón. Allí se encontró con los otros tres guardametas en nómina que tiene la entidad: Cabrero, Larrosa y Bernardo. Al abordar este asunto, García anduvo cauto y dijo que «será el club el que decida en ese aspecto si yo al final me quedo».


Físicamente reitera que está muy bien y que deja «en manos de los técnicos» la valoración sobre su estado de forma, aunque insistió en que este es óptimo. A lo largo de su intervención repitió varias veces que «el dinero no va a ser un problema» y que espera formalizar su contratación «lo antes que se pueda». Sobre los años de contrato comentó que eso es un tema que está pendiente «del acuerdo final que alcancemos».


Un año para olvidar


La carrera de García no ha sido fácil desde su salida del Atlético de Madrid y su brillante paso por el Numancia. En Getafe alternó protagonismo con suplencia en Primera División. Con el Tenerife también hubo luces y sombras. Pero quizá el año más duro fue el que vivió en el Zaragoza, donde tuvo que sufrir una competencia no exenta de polémica con el canterano César Láinez. Víctor Muñoz era el entrenador.


Alrededor de su figura se generó un entorno de presión que supuso un gran desgaste para el cancerbero, que después de un par de fallos sonoros tuvo que ver cómo un sector de La Romareda le silbaba de forma sistemática en los partidos de casa. Con todo, fue capaz de acumular notables actuaciones en varios encuentros, que le valieron el traspaso al Getafe.


Si finalmente se queda en el Huesca, Luis García tiene la oportunidad de despejar la incógnita sobre la auténtica valía del portero que lleva dentro. Quique Hernández lo conoce bien y lo avala. Subraya su condición de guardameta dominador del área, que transmite sensación de sobriedad en sus salidas y genera confianza en la retaguardia. Detrás de esa creencia descansa su más que probable fichaje.