Arizmendi: "Pasar por el banquillo te hace cambiar"

¿Es el momento de Arizmendi?

Se puede decir que sí. Al menos es cuando más a gusto me encuentro en el Zaragoza desde que llegué. Juego, tengo más continuidad y todo eso ha aumentado mi confianza.

¿Y la tranquilidad?

Sí, también. Mucho. Pero sobre todo la confianza en mí ha sido lo principal, la clave de mi mejoría.

¿Se siente por primera vez importante en el equipo?

Como cualquier otro compañero. A veces te toca jugar y otras veces no, pero aquí todos somos importantes y aportamos cosas. Ocurre que hay momentos en los que no eres tan útil para el entrenador.

Habla de la confianza, pero, ¿cuánto ha influido en esa revolución suya el traslado a la delantera?

Ha tenido algo que ver, sí, pero no es la clave. Había perdido la confianza y ahora la he recuperado. Si jugase los próximos partidos en la banda derecha como hice en la primera parte de la temporada, también aportaría lo mismo que estoy aportando ahora como delantero.

¿Y cómo explica su nueva energía?

Pasar por el banquillo te hace cambiar algunas cosas. Estuve un tiempo sin jugar, y eso me hizo ver algunas cosas de otra manera. Yo acudía a entrenar, a jugar los partidos, con un afán de divertirme, sin generarse responsabilidades y presión. Comencé a tomármelo de modo distinto, y eso me ha ayudado.

¿Llegó a verse fuera de lugar o a arrepentirse de su fichaje? Es decir, a preguntarse qué hacía jugando en Segunda, con la obligación de ascender, habiendo jugado en Valencia, Deportivo, Atlético o con la selección española?

No me arrepiento de ninguna de las decisiones que he adoptado en mi carrera. Tampoco de venir al Zaragoza. Es una experiencia más para aprender. Y todas las experiencias te ayudan, por ejemplo, las malas que tuve en anteriores equipos me ayudaron a madurar, a saber tomar determinadas decisiones en determinadas situaciones.

La Romareda le silbó. ¿Se aisló o no?

Si dijese que no me afectó, mentiría. Siempre es doloroso, pero intentaré que no ocurra más. De todos modos, la afición tuvo un comportamiento lícito.

Ahora ha regresado a sus orígenes como delantero. Pero Caparrós le reinventó en extremo derecho. En esa demarcación fue internacional, consumió abundantes partidos también en Valencia (incluso como lateral, con Koeman) y como extremo le fichó Marcelino. ¿Cree que ha perdido el tiempo apartado de la delantera durante los dos últimos años?

No. Yo juego, y he jugado, donde me ordena el entrenador. Sea quien sea. No es una decisión mía. Si un técnico cuenta contigo, siempre es positivo, da igual en qué zona del campo juegue. Esa adaptación a varias zonas del campo siempre acaba ayudándote.

¿Pero usted se considera más un delantero?

Yo no me considero nada. Soy un futbolista capaz de adaptarme a las funciones que se me asignan. Llegué a la selección española como jugador de banda, como extremo derecho, y aquí, en el Zaragoza, no he podido demostrar nada en esa posición. Es difícil definirme, en todo caso, considero la polivalencia más una virtud que un defecto. Si es por mi juego de ahora, mi rol sí que es de delantero, pero he tenido otros.

Otro de los factores de su crecimiento ha sido la venta de Oliveira. Pese a su salida, el gol no se ha resentido, usted anota, y el Zaragoza sigue en buenos números…

Pero es contraproducente limitarnos a hablar de responsabilidad hacia el gol. Aunque eso no quiere decir que no le dé importancia a marcar. Esto son rachas, aunque sin duda es el camino. Marcando muchos goles tenemos más opciones de conseguir el objetivo del ascenso.

Da la impresión de mezclar muy bien con Ewerthon…

Todos los futbolistas somos complementarios. No creo que tenga más complicidad que con otro compañero. Aunque es cierto que conforme pasa el tiempo vas conociéndole, y puedes intuir un movimiento o un pase.

¿Cuál de sus seis goles prefiere?

Afortunadamente, mis goles están dando puntos. Me siento orgulloso. Pero me quedo con el del Levante. Fue muy importante._Sirvió para ganar, había salido desde el banquillo y eso genera mucha ilusión y confianza.

El Xerez. ¿Hay más que perder que ganar?

La derrota no entra en mis planes, pero es cierto que de caer casi sería ya una plaza de ascenso menos. Sin embargo, si ganamos nos acercaremos a tres puntos de ellos, que son los líderes. Indicaría que vamos bien. Estamos altos de confianza y creo que vamos a ganar.

Del colista al líder. ¿Cambia mucho la motivación?

No. El equipo siempre está concienciado. Además, ningún partido es fácil. Quizá jugar contra el primero suponga una motivación extra, pero estamos concentrados al máximo. No podemos relajarnos.

¿La presión de subir es una amenaza o una ayuda?

Nosotros llevamos jugando por el ascenso desde la primera jornada. Nuestra obligación ha sido y es ganar todos los partidos. Incluso de ascender cuanto antes. Luego se ha comprobado que hay más dificultad de la esperada. En el Real Zaragoza, conocemos la presión. Sin embargo, hay equipos arriba en la clasificación que no están acostumbrados a moverse en esas posiciones. Eso puede ayudarnos.