Al buen tiempo, mala cara. Tras un inicio irregular, los resultados sonríen por fin al CAI Zaragoza. Tres victorias consecutivas tienen la culpa de que el conjunto aragonés viva actualmente en el sexto puesto de la Liga Endesa, un lugar de privilegio que supone cumplir con el más ambicioso de los retos propuestos a principio de temporada. Todo un torrente de felicidad y optimismo del que, sin embargo, José Luis Abós trata de escapar con fuertes dosis de realidad.

Tal y como hiciera tras el ajustado triunfo ante Gran Canaria 2014, el técnico zaragozano exige el suelo como el lugar natural de los pies y, blandiendo su discurso de ir partido a partido, no hace cábalas ni posibles operaciones matemáticas para llegar a la Copa. “No hace falta echar muchas cuentas, lo que hace falta es ganar cada día”, aseguró en la rueda de prensa previa al viaje hasta Sevilla. Toda una declaración de intenciones de la que, sin embargo, se le escapó que, probablemente, nueve victorias sea el número que de el pase a la cita de Barcelona.

Sin embargo, eso ahora no le importa. El presente se muestra bajo el nombre de Cajasol y en él se centra el preprador rojillo. Tras realizar algunos cambios, los sevillanos presentan el mismo núcleo que la pasada temporada, en la que los aragoneses lograron ganar a domicilio. Circunstancia que Abós espera no reste intensidad a su grupo. “Si no hay presión tenemos que creárnosla nosotros. Nuestra obligación es intentar ganar casi todos los partidos”, afirma para reconocer posteriormente que, bajo la espada de la exigencia, los suyos suelen crecerse. “En los dos últimos años se ha visto que cuando hemos estado con una presión tremenda el equipo lo ha hecho bien. Solo hay que acordarse del partido en Alicante el año pasado, donde el equipo fue con una gran presión por el partido de Manresa y logró ganar”, ha rememorado.

Respecto al bloque dirigido por Joan Plaza, el técnico del CAI no espera una fórmula especialmente diferente que con la que tuvo que lidiar el último curso. “Han cambiado jugadores pero son cambios de cromos. Más o menos es el mismo estilo y dinámica. Es un equipo que trabaja muy bien la defensa y tiene ataques muy dinámicos... Creo que es un equipo complicado, especialmente en su campo”, ha analizado. Su estrella, Paul Davis, se ha destapado como uno de los jugadores más dominantes de la ACB, destacando tanto en puntos anotado como en rebotes. Una fiera que el entrenador rojillo cree que puede ser domada. “Creo que tenemos jugadores suficientes como para hacer un buen trabajo con él, ser serios y no dejarle demasiadas facilidades”, ha señalado sin querer olvidarse también del resto de amenazas del Cajasol.

Los andaluces pasan por ser el equipo que más balones recupera de la competición. Una defensa agresiva que, sin embargo, puede generar algunas ventajas para el CAI en caso de que haya una buena circulación de balón. “Ellos recuperan más balones porque están en línea de pase pero eso provoca que dejan más espacios para que le hagan tiro. Cada equipo tiene su estilo, sabemos que su campo es difícil y además aprietan mucho. Eso mismo era el año pasado y se pudo ganar”, ha desmenuzado Abós.

Archibald y diseño del equipo

La concurrencia de Robert Archibald en Sevilla vuelve a ser duda. Tras recuperarse de la fisura en las costillas que le apartó del trabajo tres semanas, el escocés no pudo comparecer en el último compromiso liguero debido a una infección de anginas. Problemas físicos que lastran al equipo. “Para nosotros sería importante tenerlo en buenas condiciones pero desde que empezó la temporada no ha sido así”, se ha lamentado Abós.

La gran cantidad de bajas que está produciendo el poste británico, unido a las dudas que ofrece Pasco en cuanto a su integración en los sistemas ofensivos, “ha hecho cosas buenas y en otras cosas está un poco despistado”, dice Abós, hacen que el club no se haya movido todavía en los despachos. Tras el corte de Jacob Burtschi, el conjunto rojillo se ha quedado algo corto en la posición de alero. Un lugar que permanece a la expectativa de la evolución que tomen los dos interiores. “Hay que analizar cómo está Robert, cómo está evolucionando Pervis, cómo está el mercado... No es tan fácil aunque la lógica nos llevaría a pensar que lo normal sería tener, un poco, el dibujo que habíamos diseñado al principio”, ha revelado el entrenador.