SD HUESCA

45 puntos de 90 posibles

El Huesca precisa al menos la mitad de los puntos que hay en juego en los 30 duelos que le restan. La plantilla no deja de lanzar mensajes sobre las opciones de salir adelante.

Vázquez, segundo por la derecha, confesó su enorme alegría por debutar en Almería y su fe en que el equipo salga adelante.
45 puntos de 90 posibles
RAFAEL GOBANTES

Treinta partidos de Liga restan todavía. Pensar que la situación del Huesca tiene difícil solución es caer en un pesimismo que las matemáticas no respaldan. Eso sí, el equipo azulgrana precisa sumar aproximadamente la mitad de los noventa puntos que quedan por disputarse. Añadir 45 a los seis que lleva en la actualidad supondría superar la barrera de los 50, que suele considerarse como garantía de salvación.


El Huesca es colista después de que en la jornada dominical el Nástic, con el estreno de D'Alessandro en el banquillo, golease al Sabadell. El equipo azulgrana aún no había ocupado la última posición de la tabla en las cuatro temporadas que lleva en Segunda. El próximo enfrentamiento es con el Valladolid en casa, al que seguirán la visita a Soria y el choque en El Alcoraz contra Las Palmas, antes de los desplazamientos consecutivos a Jerez y Huelva.


El entrenamiento de ayer, primero de la semana, volvió a reflejar que el estado anímico del grupo no es malo, que se trabaja con enorme entusiasmo y que se pone una gran intensidad en las diferentes tareas.


Las declaraciones del grupo también apuntan a la capacidad del equipo para revertir el contexto actual. "Nos vemos en una situación muy complicada, en la que yo personalmente nunca he estado. Vamos a darlo todo para sacar esto. Estamos en un club que nos paga al día, que apuesta por nosotros. Ahora es cuando tenemos que demostrar que valemos", señaló David Vázquez, debutante en Almería después de superar una lesión de dos meses.


El atacante zurdo reconoció que prefiere no pensar en el lugar que ocupa el conjunto oscense en la tabla. "No miro la clasificación porque no quiero mirarla. Tenemos que ganar los tres partidos de casa antes de Navidad y fuera también debemos puntuar".


Saltar al campo el sábado pasado supuso para Vázquez una alegría tremenda, aunque tamizada por la tristeza de una nueva derrota. "Tenía muchas ganas de debutar después de una lesión que pensábamos que era poca cosa".


Vázquez exhibe en cada sesión una clase formidable con la zurda. Su toque de balón y su fútbol imaginativo insinúan un jugador muy interesante. "Me gusta más jugar de media punta, pero el míster decidió colocarme en la banda e intenté hacerlo lo mejor posible".


"Tenemos que hacer bien las cosas -continúa- y dar una alegría a la afición que viene a los partidos al campo y siempre se va triste a casa". Su petición al respetable es rotunda: "Que tengan paciencia y que nos apoyen al máximo, porque sin ellos esto será mucho más difícil".


Desde una cierta ingenuidad, apoyándose en una ilusión desbordante, Vázquez argumenta lo que puede aportar al grupo. Y no se vende nada mal. "En todos los equipos que he estado he sacado las faltas y los córners, pero también puedo aportar el último pase, calidad en el centro del campo? a ver si poco a poco voy cogiendo el físico que se necesita".