Mujeres al frente del deporte

El acceso de las mujeres a los puestos de mando de las instituciones deportivas es un camino de largo recorrido, no exento de trabas. Aragón cuenta con seis presidentas en las federaciones de atletismo, pelota, esgrima, kárate, espeleología y baile deportivo. La prueba de que, aunque lentamente, se producen avances.

Ainhoa Ruiz (espeleología), Susana Ochoa (atletismo), Ana Isabel Claveras (kárate), Sara Baudín (baile deportivo) y Carlota Albás.
Ainhoa Ruiz (espeleología), Susana Ochoa (atletismo), Ana Isabel Claveras (kárate), Sara Baudín (baile deportivo) y Carlota Albás.
Guillermo Mestre

Hace un mes, la madrileña María Victoria Cabezas se convertía en la primera mujer que accedía a la secretaría general del Comité Olímpico Español. Han tenido que pasar más de 90 años (se fundó en 1924) para que una mujer se abra camino en un cargo de relevancia en este estamento. La noticia cobró su valor: la mujer gana posiciones en el deporte. Un hecho que debería estar normalizado. Pero, en pleno siglo XXI, aún se esperan más gestos. Las protagonistas de este reportaje también han dado un salto para dar voz a sus respectivas disciplinas desde un rol de autoridad. Ainhoa Ruiz (espeleología), Susana Ochoa (atletismo), Ana Isabel Claveras (kárate), Sara Baudín (baile deportivo), Carlota Albás (pelota) y Cristina P. García (esgrima) elevan a seis el número de presidentas de federaciones aragonesas. Una cifra importante, aunque la relevancia del dato viene por el sentido que aporta su presencia en el sillón. “Hemos dado un paso adelante. Pero porque nos gusta nuestro deporte; queremos trabajar para visibilizarlo, para atraer gente, para generar cantera… Para fortalecer la marca Aragón en nuestras disciplinas”, resumen.

Ana Isabel Claveras se puso al frente de la Territorial de kárate en 2012. En este lustro, la directiva ha notado «una mayor sensibilidad» por parte de la Administración. “Ahora se plantea el apoyar a las mujeres en las federaciones, algo que antes era impensable, en el sentido de plantear planes de igualdad, la inclusión de mujeres en juntas directivas y cargos federativos… Sin embargo, tenemos un techo de cristal a nivel nacional. El Consejo Superior de Deportes quiere fomentar la igualdad, pero aún falta mucho pese al momento de cambio”, analiza Claveras, abogada de profesión, que gestiona una federación con casi 1.300 licencias.

La médico Susana Ochoa lleva 25 años entregada a su pasión, correr. Una atleta de larga distancia que hace 17 meses tomó el bastón de mando de la Federación Aragonesa de Atletismo, convirtiéndose, además, en la primera mujer de toda la historia del atletismo español que accedía al cargo. “A nivel nacional sí que en la Española se está apostando porque haya participación de mujeres en la junta. Y, aquí, el Gobierno de Aragón también está implantando programas para fomentar la igualdad, equiparar permisos, competiciones... Es un punto positivo, pero necesitamos algo más: ayuda”, apunta Ochoa que, como el resto de sus compañeras, ejerce de forma altruista. “Esto supone mucho trabajo, esfuerzo y dedicación, compaginándolo con nuestros trabajos, solucionando problemas, haciendo frente a todo el papeleo con el que te atropella la DGA... Somos multifunción. Pero, en el fondo, a todas nos mueve la ilusión por el deporte al que representamos, porque si no el panorama es desolador”, añade Ochoa.

Mujeres al frente del deporte

Ainhoa Ruiz no sabe qué se va a encontrar cuando se adentra en las cuevas. “Más o menos lo mismo” pensó cuando decidió dar el sí y tomar el mando de la Territorial de Espeleología, tras tres décadas dominadas por Paco Royo, toda una institución en la materia. “Me acabaron convenciendo para que me presentara al cargo, que más bien es una carga –dice entre risas–. Es importante que haya mujeres representando a las federaciones, como otros estamentos de la sociedad, porque tenemos una manera de enfrentarnos a los problemas que es complementaria. Damos otro enfoque, otra perspectiva, otra forma de orientar los planteamientos, las soluciones, las alternativas… y esto es positivo”. Medio millar de licencias visten una disciplina que en Aragón tiene tirón. “La espeleología es un deporte históricamente de hombres. Es muy duro, exigente, pasas mucho frío, te mojas, no duermes, tienes que controlar al máximo la seguridad porque estamos en riesgo físico… Pero hay que intentar atraer a la gente, vender un mensaje positivo”, completa Ruiz.

Un “bicho raro” en el frontón

Como en las cavidades, el frontón también es un escenario con un claro acento masculino. “De rebote”, como la pelota que impulsada desde su mano izquierda da en el ángulo de la pared, así inició su legislatura este verano la pelotari Carlota Albás, Albas III en los festivales de pelota vasca. “Al principio llegas asustada, pero todo va evolucionando. Los compañeros también me han visto como una ventaja, porque he sido un escaparate para visibilizar el deporte y la especialidad de mano. He pasado de ser un bicho raro a que la gente vea como algo habitual que haya mujeres”, destaca Albás, segunda mujer a nivel nacional al frente de una Federación (junto con Canarias) y responsable también de la comisión ‘Mujer y Pelota’, desde donde se impulsan planes de tecnificación y de competición. La guinda ha sido la Emakume Master Cup, que nació el año pasado en la modalidad de parejas y que este curso es en individual (cuatro y medio), donde Albas III es la única representante aragonesa. “Trato de implicar a más mujeres. De las 300 licencias que tenemos, ahora estamos en féminas cuatro absolutas, una cadete, una alevín, una benjamín y una prebenjamín. Parece irrisoria la cifra, pero para nosotras es un récord. Y que haya 21 niños cada sábado jugando a especialidades. La buena noticia es que se van sumando mamás de niños y niñas que quieren entrar, y ya formamos parte del programa de Juegos Escolares después de muchos años. Yo los jugué en 1994, así que no ha pasado tiempo”, reconoce Carlota Albás.

A Sara Baudín le ha tocado, en sentido figurado, bailar con la más fea: hacer comprender que lo suyo es una disciplina de competición. “Normalmente se asocia a ocio y diversión. Pero lo que se hace es tecnificar los movimientos, como puede ser la gimnasia rítmica o artística o el patinaje”, declara la responsable de la Federación Aragonesa de Baile Deportivo, una de las más jóvenes en constituirse. Con apenas un centenar de licencias y cuatro clubes registrados, Baudín levanta la voz cuando tiene que expresar los «prejuicios» que hay acerca de que los niños practiquen baile. “Luchamos porque los niños se apunten a bailar. Es muy triste, porque yo lo he vivido en casa. Me metí en el mundo del baile por mi hermano (Pablo). Él contaba que le decían de todo. No fue hasta que ganó el Campeonato de España y se le empezó a tomar en serio. Considerar que los niños que bailan son raritos o diferentes es muy lamentable”, explica con pesar.

Cristina García se maneja con la espada, el florete y el sable con maestría. Las tres armas que engrandecen la Federación Aragonesa de Esgrima, un deporte ‘touché’, usando la expresión francesa que se pronuncia por el tirador al golpear a un oponente, “por todos los problemas propios de una disciplina minoritaria, infravalorada por los medios de comunicación y en consecuencia por la sociedad», afirma la presidenta, juez árbitro a nivel autonómico y miembro del Club Esgrima Aragón. Como las demás territoriales, Cristina tiene que hacer frente a dificultades «económicas, de infraestructuras y de divulgación”. “El salto de calidad sólo se puede dar con una base económica estable y carente de incertidumbre porque así se puede programar sobre realidades y no sobre hipótesis”, añade.

Federaciones “pobres”

El deporte federativo “sobrevive” en Aragón. El estado de las cuentas de las territoriales autonómicas, que mueven más de 141.000 licencias en la Comunidad, ha vivido una situación dramática con el retraso de las ayudas (más de año y medio para recibir la de 2016) por parte de su principal mecenas, el Gobierno de Aragón. Las presidentas han tenido que “lidiar” como han podido para componer el enorme rompecabezas que es cuadrar un presupuesto federativo.

“Ahora mismo somos la federación de kárate más pobre de España. Hemos estado seis años a base de voluntariado hasta poder cobrar la última subvención. El resultado es que estamos perdiendo competidores, triunfos para Aragón. Estamos reduciendo a niveles increíbles la participación a nivel nacional, ni coger un autobús para ir a Barcelona o a Madrid. Y salir de España es imposible”, se lamenta Ana Isabel Claveras, que recibió 11.680 euros del año pasado.

Susana Ochoa se vio “obligada” este año a tomar medidas drásticas ante el retraso de los 21.803 euros que le correspondía del año: implantar el copago y que los atletas se hicieran cargo del 50% de los gastos por participar en los torneos. “Ha sido excepcional. Lo importante era ir a todos los campeonatos posibles, tratar de mantener las competiciones del calendario federativo. Y hemos tenido que renunciar a muchas cosas: todo el tema de tecnificación, programas de ayuda y captación de talentos... Así es imposible que surjan atletas de élite”, dice Ochoa.

Sin querer llegar al extremo de tener que acudir al banco, toca echar mano de la voluntad de los deportistas. Lo reconoce Cristina García. “Hemos recibido dinero prestado de los propios federados para no tener que recurrir a los créditos de los bancos, ya que estos habría que avalarlos personalmente”, se queja la responsable de la esgrima en la Comunidad, que ha contado con 9.500 euros. Lo corrobora Sara Baudín, que hace “equilibrios” con 1.700 euros. “En nuestro caso, nos quedamos solo 15 euros de la licencia del competidor. El resto va para la Federación Española. No podemos aumentar la cuota porque si no la gente deja de bailar. Cada uno se paga los desplazamientos para ir a campeonatos. Y, el problema más grave, es que no hay clubes que quieran invertir 10.000 euros en organizar un torneo”, asume.

Carlota Albás sí que tiene motivos para quejarse. Su Territorial no ha visto ni un euro de 2016 por un «problema al no presentar la documentación en tiempo». Asumido el “desastre” –“ya en vía de solución”-, los quebraderos de cabeza de la pelotari pasan por tratar de conseguir una instalación municipal. “Es una espina muy clavada. Ahora dependo de tres clubes privados (Stadium Casablanca, El Olivar y Stadium Venecia), a los que estoy muy agradecida. Pero si queremos crecer, enganchar a los niños y que nuestros técnicos trabajen por la pelota, necesitamos un frontón”, apela Albás.

Ainhoa Ruiz trata de ver la botella medio llena. “Asumimos el trabajo, el esfuerzo y la dedicación. La burocracia de nuestro Gobierno, al que hay que recordarle que estamos haciendo una función delegada. Pese a todo, aquí estamos, con una sonrisa. Porque le ponemos pasión y ilusión. Porque creemos en nuestros deportes”, cierra la espeleóloga.

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