Conchita Martínez, cinco años de más luces que sombras

La montisonense se despide de las capitanías de Copa Davis y Copa Federación después de reubicar a ambos equipos en la élite mundial y unir al tenis español tras varios meses de tensión e inestabilidad.

Conchita Martínez, en imagen de archivo.
Conchita Martínez, durante un entrenamiento.
Efe

Conchita Martínez, una de las deportistas que más alto ha encumbrado el nombre de Aragón dentro del olimpo deportivo, es ya historia en el seno de la Real Federación Española de Tenis. El pasado jueves por la noche el organismo hizo pública la decisión de dar por "finalizado" el vínculo que mantenía a la montisonense como capitana del equipo español de Copa Davis y Copa Federación. Un binomio que no solo ha devuelto a España al Grupo Mundial, sino que, de paso, ha permitido calmar las revueltas aguas que han discurrido en los últimos años en el seno de la Federación. Conchita, con quien este periódico trató de ponerse en contacto este viernes, emitió un duro comunicado mostrando su decepción. Por su parte, el vicepresidente deportivo de la Federación Tomás Carbonell justificó en HERALDO los motivos que han llevado a esta drástica decisión.

De la mano de Albert Costa, la que fuera primera mujer aragonesa en colgarse un metal olímpico (Barcelona 92) ingresó en la RFET en enero de 2013, para convertirse en capitana de la ‘Fed Cup’. Entonces afrontaba el reto de devolver a España a la élite mundial. Un objetivo para el que necesitó apenas tres meses, en los que tras derrotar a Rusia y Japón, colocó al equipo femenino, nuevamente, entre los mejores. Una categoría que, tan solo un año más tarde, iba a perder tras caer con Polonia en el ‘play off’ por la permanencia.

2015 fue, tal vez, el año que marcó un punto de inflexión en la trayectoria como responsable técnica de Conchita Martínez. El curso arrancó con el estreno con el equipo español de la actual número uno del ranquin femenino. Una Garbiñe Muguruza que, gracias a la montisonense, debutó con España cuando el equipo peleaba de nuevo por recuperar un puesto en el Grupo Mundial. Pero, además de convencer a la que este año se convertiría en su sucesora como única española en haber reinado sobre la hierba de Wimbledon, en el currículum de la aragonesa se inscribió con letras de oro su nombramiento como capitana del equipo español de Copa Davis.

Un cargo que Conchita Martínez asumió con la Federación Española de Tenis en constante ebullición. La gasolina que terminó por avivar el fuego fue la polémica decisión de la Federación de nombrar a Gala León capitana del conjunto nacional. Un puesto del que fue destituida, sin ni siquiera haber llegado a debutar, tras el rechazo público de las principales raquetas del país. "Es como si me ponen a mí a dirigir un hospital", dijo entonces Rafa Nadal. Un periodo convulso que salpicó, incluso, hasta al entonces presidente Escañuela, que terminó inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) por el "incumplimiento" de "órdenes emanadas del Consejo Superior de Deportes (CSD) para facilitar información necesaria para la realización de una auditoría".

Conflictos, desencuentros y confrontaciones que apenas desviaron a Conchita Martínez del buen camino. No solo eso, de paso, la montisonense tuvo también la destreza de reconducir un barco que navegaba a la deriva, sin importarle demasiado la opinión de su principal tripulación: los deportistas.

Con la triple olímpica al frente de ambas capitanías, España vuelve a recuperar la élite en la Copa Federación en abril de 2016. Un éxito que no hizo más que preceder el ansiado regreso del conjunto nacional al Grupo Mundial de Copa Davis. Un ascenso cimentado en las raquetas de tenistas de la talla de Rafa Nadal, David Ferrer, Feliciano López y Marc López.

El último y desafortunado año estuvo señalado por las eliminaciones de ambas escuadras. La masculina cayó en semifinales ante Serbia. Una eliminación marcada por la ausencia de los principales referentes españoles del circuito, lo que reabrió el viejo debate sobre la falta de compromiso con su país de deportistas de la talla de Nadal. En féminas, el resultado fue similar. Tras caer contra las checas, España se veía obligada a jugar por la permanencia ante Francia. La papeleta recayó en Sara Sorribes, Silvia Soler, María José Martínez y Olga Sáez, cuatro tenistas fuera del top 100, que claudicaron por un claro 4-0 antes las francesas.

Dos resultados que, en cierto modo, empañan el buen trabajo de la montisonense al frente de los dos conjuntos. Conchita Martínez no solo volvió a poner en el mapa mundial al tenis español, además, volvió a encajar las piezas de un deporte que se resquebrajaba a velocidad de crucero.

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