Un espectáculo que nunca defrauda

Los Harlem Globetrotters se exhiben en Zaragoza ante 9.000 espectadores.

Exhibición de los Harlem Globetrotters.
Exhibición de los Harlem Globetrotters.
Laura Uranga

Fue una exhibición de altura. Una cita espectacular. Sin pizarras, sin tácticas, sin la rigidez de los sistemas. Sin precauciones. Con un ritmo trepidante. Sin tregua. El baloncesto más divertido, protagonizado por auténticos malabaristas del balón. Hubo lanzamientos tan lejanos como certeros, canastas imposibles, jugadas de vértigo, pases inauditos, asistencias magistrales, mates sobrecogedores; y bromas, diabluras y humor, mucho humor, que componen un repertorio mágico, legendario, que arranca carcajadas por igual a mayores y pequeños.

Ataviados con sus clásicos uniformes de barras y estrellas, pura exaltación nacional estadounidense, los Harlem Globetrotters regresaron este viernes a Zaragoza, por séptima vez en su historia, para regalar dos horas de entretenimiento a los aficionados aragoneses. La reunión tuvo una respuesta formidable, con más de 9.000 espectadores en las gradas, y superó con creces las expectativas generadas. Los magos del balón, los genios de la canasta, no ofrecieron respiro con un espectáculo dinámico, renovado y generoso.

Con una estructura sólida y empresarial, han ampliado su plantilla hasta los 32 jugadores, donde se integran cuatro mujeres (Ace Jackson, TNT Lister, Swish y Hoops), y con el reclamo de contar en sus filas con Too Tall (Demasiado Alto), el jugador de menor estatura -apenas 1,58 metros- de cuantos se han enrolado en el equipo americano en sus 91 años de historia.

Too Tall fue otro de los atractivos de un equipo singular, un fenómeno de masas, que antaño ya lanzó al estrellato a jugadores como Wilt Chamberlain y Kareem Absul Jabbar. Al margen de su amplitud de recursos técnicos, los Globetrotters también derrochan simpatía, presentan continuos guiños humorísticos y enseguida conectan con la afición. Por algo arrasan por donde actúan, sin ninguna excepción, y contabilizan más de 450 exhibiciones anuales. La fórmula -una mezcla de deporte, comedia y entretenimiento- a nadie deja indiferente.

Además, la gira mundial de 2017 se produce en un momento especialmente álgido para el conjunto americano, ya que sus jugadores, recientemente, lograron batir hasta nueve récords Guinness en un solo día: el gancho de mayor distancia, ejecutado por Big Easy Lofton a 22 metros del aro; el tiro más lejano con los ojos vendados, protagonizado por Ant Atkinson (23 metros); el mayor número de triples registrados en un solo minuto (con un solo balón), que establecieron en 10 aciertos Ant Atkinson y Cheese Chisholm; el lanzamiento de mayor distancia sentado desde la cancha, que registró Thunder Law desde 18 metros; el mayor número de triples de rebote, firmado por Zeus McClurkin; el mayor número de triples en un minuto entre dos jugadores (22), que ostentan Ant Atkinson y Cheese Chisholm; el tiro de mayor distancia a una sola pierna, que se apuntó Thunder Law desde los 16 metros; el gancho más lejano con los ojos vendados, anotado por Big Easy Lofton a 18 metros del aro; y el mayor número de mates en un minuto (individual), patentado por Zeus McClurkin (16).

Zaragoza se volcó desde el primer momento con los Globetrotters. El guión se extendió durante casi dos horas, con un repertorio amplio y milimetrado, perfectamente dominado por sus intérpretes de principio a fin. Con un ajustado catálogo de expresiones castellanas, unido a un pronunciado acento yanqui, estrellas como Ant Atkinson, Big Easy Lofton, Cheese Chisholm y Firefly Fisher enseguida arrancaron las sonrisas de la grada.

Atletas deslumbrantes

Pero fue Hi-Lite Bruton, por sus bromas y su divertida personalidad, quien extrajo las mayores carcajadas del público. El jugador, contratado en 1994 por los Chicago Bulls, no pudo consolidarse en la NBA por sus repetidas y graves lesiones. Sin embargo, se incorporó a los Globetrotters hace ya 16 años y es, desde entonces, uno de los jugadores más carismáticos del cuadro estadounidense.

El espectáculo contó con todos los ingredientes característicos del show norteamericano -color, movimiento, buenas intenciones, humor, complicidad, música...-, al margen de la sobresaliente aportación de cada uno de los jugadores. No en vano, se trata de algunos de los atletas más deslumbrantes del mundo, con unas capacidades físicas sobresalientes, a las que añaden un eléctrico manejo del balón, una facilidad asombrosa para el pase y el desborde, y una puntería admirable desde la larga distancia.

Mientras, en el lado opuesto de la cancha, los National de Nueva York asumían su papel con una entereza muy estimable: un equipo esforzado, sumiso a las numerosas burlas y tomaduras de pelo de su rival; pero honrosamente equipado de calidad técnica y buenos jugadores. En su séptima visita a Zaragoza, los Globetrotters volvieron a rememorar escenas inolvidables. Su espectáculo nunca defrauda.

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