El partido de la salvación

El Tecnyconta tratará de sellar hoy, con un triunfo en Manresa, la permanencia matemática en la Liga ACB. Los catalanes han ganado cuatro de sus 30 partidos.

Luis Guil, entrenador del Tecnyconta Zaragoza, da instrucciones a sus jugadores durante un entrenamiento.
El partido de la salvación
Toni Galán

Es el partido de la salvación. Si el Tecnyconta supera hoy al Manresa, equipo ya descendido a la Liga LEB, los zaragozanos sellarán matemáticamente, por fin, su continuidad en la máxima categoría del baloncesto nacional (20.30, Movistar+). Se trata, a priori, de un partido de muy buen pronóstico para el cuadro aragonés, que se mide con el rival más débil de toda la competición: un adversario menor, quebradizo, abatido y desencantado, con grandes desequilibrios en su juego e importantes carencias en los dos lados de la pista.

El conjunto catalán, con sólo cuatro triunfos en el presente ejercicio, suele ofrecer una escasa resistencia a la derrota. Presenta, de hecho, los registros más negativos de toda la competición. Es el que menos factura (74 puntos de media por partido), el que más tantos encaja (87), el que menos victorias ha obtenido como local (3), el que menos suma en valoración (67), el que menos rebotes captura (30) y el que peor porcentaje firma en los tiros de campo: sólo un 48% de efectividad en los lanzamientos de 2 puntos, y un 32% en el triple. Además, el tercer conjunto que más se prodiga en las pérdidas de balón (14 por duelo).

Ya desahuciado semanas atrás, el Manresa ha bajado definitivamente los brazos. Frente al Joventut, en su actuación más reciente, volvió a encajar una derrota amplia y concluyente, irrebatible, frente a un adversario que aún debía sellar la salvación (100-66). Y ahora, en la despedida de los catalanes ante su afición, se produce el mismo escenario: los manresanos apenas se juegan ya el decoro deportivo, mientras que los aragoneses, antepenúltimos, necesitan el triunfo para consumar, de una vez por todas, la permanencia matemática en la Liga ACB.

Sin embargo, el Tecnyconta es un equipo voluble, inconstante e imprevisible, con importantes lagunas defensivas. Y en sus desplazamientos, presenta un balance desalentador: una sola victoria en los 15 partidos disputados. Se trata del peor equipo como visitante de la competición regular. Además, su único triunfo fuera de casa se remonta al pasado mes de octubre. Fue en Málaga, contra el Unicaja, en la segunda jornada del torneo. Una negativa trayectoria que tratará de modificar hoy, en Manresa, para evitar sobresaltos el próximo domingo, frente al Estudiantes, en la última jornada de la competición regular. "Tenemos que darlo todo en la pista, porque todos nos jugamos mucho. El club y la ciudad merecen un equipo en la Liga ACB", anuncia Isaac Fotu, ala-pívot del Tecnyconta Zaragoza.

Idéntico discurso presenta Stevan Jelovac, el máximo anotador de los aragoneses: "La ACB no puede estar sin Zaragoza, y es nuestra obligación conseguirlo. Nosotros jugamos mejor con presión, así que estoy convencido del triunfo", advierte el serbio, quien recuerda que el Tecnyconta "tiene mejor plantilla" que los catalanes, aunque "la obligación del equipo" pasa por "desmotrarlo en la pista, y no solamente con palabras".

También Robin Benzing considera el duelo "una gran final": "Para los jugadores, para el club, para la ciudad... El único resultado válido es la victoria. Nos jugamos la vida y debemos estar a la altura", sostiene el germano. "Todo el mundo está mentalizado", explica Luis Guil, el técnico de los zaragozanos, quien admite la relevancia del duelo: "Es uno de los partidos más importantes para el club y para la ciudad. Y eso se nos tiene que notar a todos en cada acción".

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