El Bada Huesca afronta hoy en el Palacio de los Deportes (20.30) su penúltimo paso hacia la lucha final en la Copa del Rey 2017 de balonmano. Los rojillos reciben al Guadalajara en el duelo de ida de octavos, con el plan en mente de obtener un resultado positivo que les permita encarar del mejor modo posible el compromiso de vuelta, que se disputa este sábado en la capital alcarreña.

Colarse entre los ocho aspirantes en la definitiva final a ocho de Copa es uno de los grandes retos del Bada Huesca en la presente campaña. Situado en la zona media de la clasificación de la Asobal, la victoria del pasado fin de semana en Santander ante el Sinfin ha devuelto la energía positiva al vestuario, alicaído tras las dos derrotas frente a Cangas y Aranda. Esa inercia triunfal permite a los de José Francisco Nolasco entrar con fuerza, nuevamente, en la escena copera.

"Hemos rebajado ese punto de ansiedad. El equipo ha entrenado bien y con un punto más de optimismo", afirma Nolasco sobre las consideraciones previas al duelo copero.

En lo que insiste el preparador rojillo es en la necesidad de cambiar chip, por las agudas diferencias existentes respecto a un partido de liga. "Hay que pensar que es una eliminatoria a doble vuelta. Ese tipo de mentalidad hay que inculcarlo porque es un partido que dura 120 minutos", reconoce Nolasco. De ahí que en opinión del técnico ilicitano "lo más importante" en este tipo de confrontaciones a ida y vuelta sea "mantener una regularidad".

El Guadalajara ya batió al Bada Huesca en la jornada 14 de la Asobal, además por un contundente 32-23. Este resultado es un aviso de la dificultad que supone un cuadro alcarreño que figura con tres puntos menos que los oscenses en la tabla de Asobal (16 por 19). "Es que Guadalajara lo está haciendo bien", comenta Nolasco, que radiografía a su enemigo: "Tiene un alto grado de efectividad en ataque, defensas cambiantes que incomodan, una portería muy buena con Hombrados y uno de los máximos goleadores (el central Chema Márquez).