El sexto cara a cara

Tres empates y dos victorias del Real Zaragoza completan la lista de precedentes, marcados siempre por las expulsiones.

26 de mayo de 2016, Real Zaragoza 1- 1 SD Huesca
El sexto cara a cara
Rafael Gobantes

La historia de los cara a cara ligueros entre la Sociedad Deportiva Huesca y el Real Zaragoza no es de larga tradición. Ambas entidades, separadas por un abismo en tiempos pasados y no tan pasados, se encontraron por primera vez en la categoría de plata en la temporada 2008/2009, después de que los blanquillos hubieran caído desde la Primera División y los azulgranas hubieran dado el salto a la gloria con su ascenso en Écija el 15 de junio de 2008. Desde entonces, desde el 6 de diciembre de 2008, fecha en la que se abrieron estos capítulos en el fútbol aragonés, han sido cinco encuentros fratricidas que reportan un bagaje mucho más lustroso para el Real Zaragoza: dos victorias suyas y tres empates. El Huesca, que ha estado cerca de la victoria fundamentalmente en La Romareda, intentará que en el sexto derbi la balanza se incline al fin de su lado.

Estas confrontaciones en Segunda División han recuperado viejas aventuras y desventuras de mediados del siglo pasado. El Huesca, como Unión Deportiva, se midió de tú a tú al Zaragoza en la temporada 1949/1950 en Tercera –dos empates­–, para repetir doble reto, ya en Segunda, en el ejercicio 1950/1951. El 2-0 cosechado por los azulgranas en el campo de San Jorge es la única victoria oficial de un equipo oscense ante el laureado club zaragozano –que arrasó 3-0 en casa–. Aquel triunfo, por tanto, es en blanco y negro, por lo que el actual vestuario de la Sociedad Deportiva Huesca suspira por ponerle color y adaptar al 2017 unas imágenes de felicidad de las que nunca más han podido disfrutar los hinchas altoaragoneses.

Las tarjetas rojas, una tradición

En los derbis modernos es el Real Zaragoza el que lleva la voz cantante, dentro de unos encuentros de rivalidad vecinal en los que las tarjetas rojas pueden considerarse hasta la fecha como una tradición. El Huesca, de hecho, no ha acabado ni uno solo de los cinco derbis con los once futbolistas sobre el rectángulo de juego.

Arizmendi, del Zaragoza, fue el que inauguró la extensa nómina de expulsiones aquella tarde del 6 de diciembre de 2008 en La Romareda. Corría el minuto 44 cuando el colegiado Hevia Obras mandaba a la caseta al delantero blanquillo. El Huesca aprovechó esta circunstancia para situarse 0-2, gracias a los goles de Rubén Castro (penalti) y de José Vegar en los minutos 56 y 60. El Zaragoza replicó en inferioridad, con tanto de Ewerthon en el 71, y poco después se igualaban las fuerzas con la segunda amarilla a Luis Helguera (minuto 76). Ewerthon equilibró el marcador en el 85 en un partido de alternativas que el Huesca tuvo antes en su mano y el Zaragoza pudo haberse llevado en los compases finales.

El segundo duelo aragonés se dio en la vuelta, el 10 de mayo de 2009. Un jovencísimo Ánder Herrera se puso el disfraz de superhéroe para echarse a su Zaragoza a la espalda y anotar el 0-1 de la victoria final en el minuto 53. Edu Roldán, lateral del Huesca, se fue a la caseta antes de tiempo en el 80.

Hubo que esperar hasta el 3 de enero de 2016 para encontrar el siguiente ‘face to face’ entre oscenses y capitalinos. La Romareda acogió un encuentro vibrante en el que el delantero zaragocista Ángel, quien había situado poco antes el 1-0 en el luminoso, fue expulsado por roja directa en el minuto 44. El Huesca salió como un tiro tras el descanso y volteó el resultado con goles de Fran Mérida y Héctor Figueroa. Cuando peor estaba el Zaragoza, el león despertó y pese a estar con diez asestó dos zarpazos con los tantos de Ortuño y Diamanka. Parecía ya que el triunfo se quedaría en casa, pero el defensa Carlos David cabeceó al fondo de la red un saque de esquina en el minuto 93 (3-3).

El 26 de mayo de 2016 se escribió la cuarta página en El Alcoraz. Dongou adelantó al Zaragoza en el minuto 26 y el azulgrana Darwin Machís se fue a la calle justo antes del receso por culpa de una inocente pero clara segunda tarjeta amarilla. El Huesca no desesperó y Samu Sáiz firmó el que hasta ahora ha sido el mejor gol en un derbi: acometida eléctrica y zapatazo con el alma teledirigido al fondo de la red. Lo consiguió el madrileño, además, con solo ocho compañeros sobre el césped, ya que a la inferioridad se había sumado la atención médica en la banda a otro jugador.

Ya en la presente campaña, la jornada 3 alumbró el quinto enfrentamiento Zaragoza-Huesca. La roja por doble amarilla a Bambock en el minuto 43 allanó el camino del triunfo a los anfitriones, un Real Zaragoza que, eso sí, tuvo que esperar hasta el minuto 87 para que Casado enviara al fondo de las mallas un despeje defectuoso de Nagore.

Hoy, 4 de febrero de 2017, toca otra cita para el recuerdo, esta vez en el estadio de El Alcoraz.

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