Los niños aragoneses respiran fútbol sala. El hecho de que solo se necesiten cinco jugadores para formar un equipo y su fácil práctica -en canchas cerradas y de pequeñas dimensiones- lo convierten en el deporte más escogido en los colegios. Según los datos de la pasada temporada (2015-2016) recabados por el Gobierno de Aragón, 10.566 de los 33.735 inscritos en los juegos escolares participaron en las competiciones que van desde la categoría benjamín (9 años) hasta la cadete (16).

Por debajo aparecen los 8.185 pequeños que se decantaron por las escuelas deportivas -incluyen actividades muy variadas- y los 5.819 que optaron por el baloncesto. El atletismo (2.201 fichas), el balonmano (1.743) y el judo (1.237) ocuparon el cuarto, quinto y sexto lugar en cuanto a adeptos.

"En los últimos tres años, ha llegado el 'boom' del fútbol sala. La mejor prueba de ello es la cifra de equipos que forman parte de las ligas escolares de los fines de semana. En el curso 2012-2013 había alrededor de 500; hoy superan los 700", explica Pedro del Campo, presidente del comité de fútbol sala de la Federación Aragonesa de Fútbol, que encuentra varias razones "fundamentales" en el aumento.

"En primer lugar, creo que influye el hecho de que los partidos se disputen en un espacio resguardado del frío. También es importante que tanto los chicos como los padres vean que existe posibilidad de evolucionar y llegar a un nivel determinado; tenemos un club en la élite, cuatro en Segunda División B y una Tercera muy asentada. Así, al terminar la edad cadete, pueden seguir creciendo en los juveniles de Sala 10, Pinseque, Colo-Colo... El interés por llegar alto cuenta", añade del Campo, antes de reconocer que hay muchos casos en los que el sala se utiliza como "trampolín" hacia el fútbol 11.

"A partir de la categoría cadete, el número de inscritos desciende progresivamente; en juveniles, el salto al campo grande está muy extendido. Eso evidencia que los chavales utilizan el fútbol sala para adquirir una serie de conceptos y movimientos antes de cambiar de disciplina, ya sea porque les apetece probar o porque siempre les había gustado más", concluye del Campo.

Las niñas optan por el baloncesto

De los 53.528 pequeños que el pasado año formaron parte del deporte escolar en Aragón, un 37% (17.793) son niñas. Entre ellas, tal y como se recoge en la información ofrecida por el Ejecutivo autonómico, el baloncesto es el deporte favorito. Contó con 5.216 fichas femeninas, cifra muy superior a la del atletismo (1.962) y a la de la gimnasia (1.605). Como disciplinas de menor interés aparecen la natación, practicada por 1.027 chicas, el voleibol (727) y el fútbol sala (547).

"El baloncesto siempre ha sido el referente del sector femenino. En los colegios tiene mucha tradición y se mantiene firme frente a otras disciplinas que han ido apareciendo posteriormente", indica Pedro Meléndez, director deportivo de la Federación Aragonesa de Baloncesto, y ensalza que "año tras año, crece el número de equipos y de niñas que lo juegan".

En ese sentido, Meléndez sostiene que, al igual que el fútbol sala, "el baloncesto también pierde adeptos conforme avanza la edad". Así, rebasada la categoría cadete, se observa un claro descenso del número de inscritas. "Cuando se hacen mayores, han de afrontar más obligaciones, no tienen tanta facilidad para encontrar equipo (no todos los colegios tienen juveniles) y empiezan a dejarlo", concluye.