El sueño del zaragozano Eloy Iglesias Muñoz era proclamarse campeón de España y en La Cubierta de Leganés, el mítico escenario que ha vivido memorables veladas de boxeo. El viernes, el aragonés disfrutó de una noche mágica ya que logró retener su corona nacional del peso ligero, en un igualado combate ante el asturiano Pablo Fuego. La victoria para Iglesias llegó a los puntos, por decisión unánime de los jueces (99-91, 96-95 y 96-94).

Con 26 años, Eloy Iglesias es el presente del boxeo aragonés, un deporte que ha regalado a la Comunidad grandes figuras. La última perla se ha hecho un nombre en el cuadrilátero nacional y en la noche del viernes aspiraba a engalanar su palmarés, donde ya figura el cinturón de oro que levantó el pasado 16 de julio en Casetas, cuando su padre, del que heredó el nombre, le organizó el combate en el que aspiraba por primera vez a la corona del ligero.

Tras la consecución del cinturón nacional inició una nueva etapa profesional que supuso el fin de su relación con José Ramón Escriche, otro nombre el boxeo aragonés y la persona que pulió en el Kiobox la figura del campeón. Fichó por el promotor madrileño MG BoxSpain y se puso a las órdenes de Fernando Urbina, que durante cinco meses preparó al zaragozano con un exigente calendario en entrenamientos y triples sesiones de sparring a la semana con Ruddy Encarnación, que está en la carrera hacia el cinturón de la Unión Europea. «Estoy concentrado, fuerte psicológicamente y muy motivado para darlo todo y salir ganador», avisaba la víspera del campeonato.

En La Cubierta, Eloy tiró de casta y mostró su mejor versión en los asaltos, golpeando más y mejor a Pablo Fuego, que perseguía su primer título, sintiéndose muy cómodo sobre el ring y terminando la pelea en alto. Al final del combate, Iglesias levantó el alto los brazos: por decisión unánime, con puntuaciones de 99-91, 96-95 y 96-94, conservaba así su cinturón

En las gradas no faltaron Eloy Iglesias padre, sus hermanas Diana y Cristina, y su madre Ana Muñoz, a la que los nervios le impiden verle en acción. Su novia Marta Fernández, a la que pidió matrimonio en la lona cuando se proclamó campeón en Casetas. Y un centenar de aficionados que ondearon la bandera aragonesa por todo lo alto.