Erik Morán está en el mercado

Consumados ineficazmente los plazos para relevar al lesionado de larga duración Cezary Wilk, el Real Zaragoza diseña ya su estrategia de acción de cara al próximo plazo ordinario de inscripción de futbolistas, el llamado mercado de enero o de invierno que abre sus puertas dentro de algo más de mes y medio. En el área deportiva, las necesidades y prioridades están fijadas: un mediocentro con funciones creativas principalmente.

Este es el perfil que más urge, la potencial entrada más factible de producirse. Pero el mercado del Zaragoza puede, como sucedió el pasado año, agitarse más, sobre todo, si se producen salidas.

El club aragonés valora una sobre todas: Erik Morán. El futbolista vasco está protagonizando una temporada de escaso nivel, en parte por las funciones tácticas poco compatibles con su naturaleza como las que le asignó Luis Milla durante su etapa como técnico del Zaragoza. Y también por su rendimiento de serie: el jugador está muy lejos del que se preveía en la planificación veraniega de la plantilla. Por si fuera poco, Raúl Agné ha terminado por cortarle el fino hilo que lo unía a la titularidad. Desde la llegada del nuevo entrenador, Morán ha desaparecido del mapa, coincidiendo también con la mejora de prestaciones del equipo.

En los despachos del Real Zaragoza, desde hace al menos diez días, Erik Morán es un nombre subrayado para instalar en el mercado de enero. Varios factores se conjugan para que esta decisión final, ahora aún en fase de evaluación técnica y económica, destine al centrocampista lejos del Zaragoza.

Intervienen desde cuestiones salariales a las meramente deportivas, pasando por su cierta consideración en las áreas deportivas de diversos clubes de Segunda División o Primera, como Leganés –donde Asier Garitano, el técnico, lo tiene en alta estima– u Osasuna –que precisamente ha perdido por lesión grave al pivote Digard–. Su salida liberaría en el Real Zaragoza una ventana de sueldos a utilizar en otras operaciones, como la anteriormente mencionada del mediocentro. Desde luego, el club aragonés no presentará grandes oposiciones ante cualquier propuesta que facilite una salida consensuada y favorable para todas las partes.

En una situación similar que Morán está Xabier Irureta, aunque su caso presenta más dificultades a la hora de agilizar su nombre en el mercado. La relación rendimiento reciente en Éibar y en Zaragoza-salario complica una posible operación, una salida que tampoco sería mal vista en las oficinas del club aragonés, aunque obligaría a incorporar un nuevo portero.

Las primeras valoraciones de Raúl Agné sobre la actual plantilla van en la línea del club. Ha observado una escasez de cantidad y perfiles en el mediocentro. También, según su criterio, apuntalaría la delantera con un ariete corpulento y especialista en el juego aéreo como recurso en función de situaciones de partido o rivales. Sin embargo, antes, observará a Dongou, aún lesionado. El camerunés sí que tenía muchas opciones de salir al mercado de enero con Luis Milla, técnico al que no terminaba de convencer. Pero a Dongou aún se le quiere testar sobre campo, pues se le considera un punta distinto a lo que hay. Además, su inactividad reciente complica una salida. En la nómina de delanteros, además, está previsto inscribir al brasileño Raí una vez la FIFA dé luz verde a la tramitación de su licencia dentro del plazo ordinario de fichajes.