Ona Carbonell da la cara

Los dos bronces de la jornada del sábado habían dejado la sensación de que España había cedido terreno, y que Ucrania lo había aprovechado para darle caza y colocarse como la segunda potencia europea de la natación sincronizada, tras la inalcanzable Rusia. Tuvo que ser Ona Carbonell la encargada de dar la cara por el equipo español y demostrar que, pese a los avances de las ucranianas, las chicas que dirige Esther Jaumà se han ganado un respeto en el panorama internacional que todavía mantienen con las dos platas de ayer y los dos bronces obtenidos en el Campeonato de Europa de natación que se celebre en Berlín. 

Pero el toque de atención es importante de cara al Mundial de Kazán de 2015, en donde las chinas también entran en liza y en donde las medallas se cobrarán más caras que en el torneo continental.

Carbonell mantuvo el tipo con una brillante plata en la prueba de Solo, por detrás de la excelsa Svetlana Romashina, y marcando distancia con respecto a la emergente ucraniana Anna Voloshyna. La rusa, descansada tras no participar en Dúo, volvió a demostrar que es la gran estrella de la disciplina con una rutina y un bañador que homenajeaba a Marilyn Monroe y alcanzó una puntuación combinada de 189.6584.

Ona, por su parte, defendió con fuerza, ritmo y técnica su complicado ejercicio al ritmo de la música del saxofonista y compositor francés Raphaël Imbert. Le valió para recibir 185.4774 puntos y superar los 181.8341 de Voloshyna, que había danzado en el agua un melodioso tema de Dulce Pontes. «La verdad es que estoy emocionada porque he disfrutado nadándolo y la gente ha disfrutado conmigo. Solo oír al público la verdad es que es una satisfacción y es una rutina muy muy difícil, en cuanto a dificultad artística muchos jueces me han dicho que es la mejor del campeonato» comentó Carbonell. 

La presea de la nadadora catalana era la tercera para el equipo español pero la primera de plata, que en la jornada del sábado se vio superado rusas y ucranianas en las disciplinas de Dúo y Equipos. Carbonell reconoció que el segundo puesto le sabía un poco mejor después de haberse subido dos veces al tercer cajón del podio. «Sí porque para mí es muy difícil este Solo. Y conseguir una plata y estar a solo dos puntitos de la rusa es un gran reto. Creo que esto irá evolucionando y que tengo muchas expectativas puestas en el Solo de cara al Mundial», completó.

Fue la única alegría del campeonato porque, por la tarde, España perdió el oro ganado en Eindhoven en el Combo, de nuevo frente a Ucrania. Ante la ausencia de Rusia, la primera plaza era cosa de dos. Las campeonas se defendieron con una buena rutina, bajo la música de Elvis Presley, y obtuvieron unos valiosos 93.0333 puntos, que resultaron insuficientes ante los 94.4333 recibidos por Ucrania por el gran ejercicio que dedicó a James Bond y que le sirvió para lograr su primer gran triunfo en una competición internacional. El bronce fue para un compacto y estiloso equipo italiano (90.3333).