Vuelta a los orígenes

Rodrigo San Miguel, reciente fichaje de Iberostar Tenerife y el único aragonés este año en Liga ACB, se pone a tono de cara al inicio de su temporada en el colegio que lo vio crecer, el Doctor Azúa

Rodrigo San Miguel, durante un entrenamiento de esta semana en el pabellón del Doctor Azúa.
Vuelta a los orígenes
José Miguel Marco

El colegio Doctor Azúa es uno de los varios centros escolares que componen los alrededores de la Romareda. La tranquilidad que respira en la temporada estival, donde los jóvenes estudiantes descansan de un año de obligaciones, contrasta con el particular periodo de «deberes» que allí realiza estos días el único representante aragonés de la próxima Liga ACB: el reciente fichaje de Iberostar Tenerife, el base Rodrigo San Miguel.


En las paredes del recién remodelado pabellón interior del Doctor Azúa destacan las camisetas del Capitol Valladolid y del Valencia Basket, antiguos equipos de Rodrigo, garabateadas por el propio jugador zaragozano: quizás sirvan de motivación para que algunos de los futuros baloncestistas que allí se forman también lleguen algún día a debutar en ACB. San Miguel dio sus primeros pasos en el baloncesto en este colegio zaragozano, después de conocer el deporte en la escuela de El Olivar. «No soy muy consciente de que puedo ser la referencia de alguien. Al final uno lleva su vida y no te das cuenta de que hay niños que vienen todos los días aquí y ven tus camisetas», responde con humildad el jugador, que estuvo desde los seis hasta los catorce años compitiendo en este colegio con amplia tradición baloncestística. ¿Qué recuerda San Miguel de aquellos inicios? «La diversión, el estar pasándomelo bien, el ganar (porque ganábamos casi siempre). Lo bonito era también el equipo que se creó. Éramos todos alumnos del colegio, jugábamos muy bien, y vencíamos en todas las ligas».


Años después, y con Jaime Aznar, Daniel Herrero y Diego Mercadal como preparadores, San Miguel se ejercita duro en el colegio que fue testigo de su formación para afrontar una nueva etapa en Iberostar Tenerife, que empezará el 25 de agosto. En sus entrenamientos de «pre-pretemporada» no faltan las pruebas de resistencia, velocidad, y lanzamientos de larga distancia. «Estoy muy ilusionado. El proyecto de Iberostar me motiva mucho. La filosofía que tiene el club me gusta: cómo ha crecido, el saber mirar hacia arriba sin volverse loco y con las cosas muy claras», reconoce San Miguel, que vivirá su octava campaña consecutiva en Liga Endesa. En la última, donde militó en UCAM Murcia, el zaragozano promedió 28 minutos en cancha con una aportación de 7 puntos, 3 rebotes, y 3 asistencias por partido.


El base también ha jugado en ACB con Valencia Basket, Manresa y Valladolid. Este último fue su primer equipo tras su salida del CAI Zaragoza en el año 2004. Desde entonces, el consolidado director de juego ha pisado el Príncipe Felipe como visitante en seis ocasiones. «Al principio era complicado. Cuesta volver a casa. Hay muchas emociones, personas queridas y gente pendiente de lo que haces. Al final lo vas asimilando, intentas que no te afecten las emociones y lo llevas mejor», confiesa San Miguel sobre la particular «vuelta a casa» de cada año. Sobre un posible futuro (lejano, eso sí) jugando en la capital aragonesa, San Miguel no descarta nada: «Soy del equipo donde juego, e indudablemente también del club de mi ciudad, donde he estado toda mi vida. Por mi parte, no me cierro puertas».


De cara a su nuevo periplo por tierras canarias, San Miguel se prepara a fondo en la instalación de sus primeros pasos en el baloncesto. «Es como volver a mi niñez», afirma.

Ib