Una ley "ajustada a la realidad cinegética"

El texto de la nueva norma incorpora las mejoras propuestas por la Federación Aragonesa de Caza.Está listo para que la DGA le dé luz verde el día 8 de julio y lo envíe a las Cortes

Un ciervo joven atraviesa una carretera a pocos metros del vehículo donde se capta la foto.
Un ciervo joven atraviesa una carretera a pocos metros del vehículo donde se capta la foto

"Es una ley donde se han procurado subsanar los fallos o carencias de la anterior, que para su tiempo era buena. Esperamos que la nueva norma pase el Consejo de Gobierno y el posterior trámite parlamentario conservando su texto original, que está muy consensuado, muy motivado y muy ajustado a la realidad cinegética de Aragón".

Es la opinión expresada por el presidente de la Federación Aragonesa de Caza (FAC), Fernando Tello, después de que el anteproyecto de Ley de Caza de Aragón recibiera el pasado lunes, 23 de junio, el preceptivo dictamen favorable del Consejo de Protección de la Naturaleza, órgano consultivo del Gobierno en la materia.


El texto –cuyo principio básico es la necesidad de la actividad cinegética dada la proliferación de la fauna y que ha incorporado las propuestas y demandas realizadas por los cazadores en la fase de información pública–, pasará al Consejo de Gobierno el próximo 8 de julio y después se enviará a lasCortes de Aragón ya como proyecto de ley. "Esperamos que el texto no sufra modificaciones", insistió el máximo representante de los cazadores aragoneses.


La anterior ley autonómica se aprobó en 2002 en virtud a las competencias exclusivas de Aragón en la materia, si bien se mantenían muchos contenidos de la ley estatal de 1970 que han seguido vigentes hasta la actualidad pese a las modificaciones puntuales introducidas a través de distintas normas en 2003, 2004, 2006 y 2012.

Precisamente una de las alegaciones que planteó la FACal anterior borrador en la fase de información pública era para restablecer lo previsto en aquella ley del 70 sobre zonas de seguridad en torno a autopistas, autovías, carreteras y vías férreas en uso, en el sentido de "no disparar nunca hacia una vía de comunicación".


La previsión inicial establecía unos límites muy amplios que hubieran mermado considerablemente e incluso abocado a la desaparición a muchos cotos. Pero Tello ya recalcó en su momento que, por mucho que se ampliara la zona de seguridad, en un coto de caza mayor las infraestructuras públicas y por tanto sus usuarios siempre seguirían al alcance de una bala, por lo que abogó por el sentido común de apuntar siempre hacia el campo abierto y poner unas distancias razonables como las existentes en la vecina Navarra.


Otro apartado de las aportaciones del colectivo de cazadores era el referente a los accidentes de tráfico con fauna salvaje. Conforme a las sugerencias de la Federación, se suprimió también un precepto que exponía a muchos cotos de caza a tener que hacerse cargo de las indemnizaciones a los conductores si la batida se había realizado cerca, a pesar de que este problema histórico se había resuelto por fin con la Ley de Tráfico que entró en vigor en mayo. Con carácter general, la ley estatal descarga la responsabilidad en este tipo de accidentes sobre los conductores y exime a los cazadores salvo en determinados supuestos que ahora, con el texto consensuado al final en la futura ley de autonómica, quedan plenamente cubiertos por la Administración.


La eventual modificación de tasas por la gestión de cotos, los daños agrícolas o la colocación de precintos son otros asuntos donde se han introducido mejoras a instancias de los cazadores.