La fiesta de la Décima

Los campeones de Europa lucieron ayer la Copa en Madrid. El colofón de los festejos se produjo en un estadio Santiago Bernabéu que se llenó para jalear a los héroes de Lisboa

Un Santiago Bernabéu, ayer, lleno hasta la bandera, para el espectáculo en honor a los campeones de Europa.
Un Santiago Bernabéu, ayer, lleno hasta la bandera, para el espectáculo en honor a los campeones de Europa

Madrid y la afición del Real Madrid vivieron ayer con gran intensidad el día después de la consecución de la Décima. La noche anterior había sido muy larga, pero los protagonistas recuperaron las fuerzas justas para proseguir con los festejos. La Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y, sobre todo, el Santiago Bernabéu presenciaron la euforia de los madridistas.


La Puerta del Sol de la capital se llenó por completo sobre las 21.00 de ayer, momento en el que el Real Madrid llegó a la Real Casa de Correos, donde le recibió el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.


Tras su victoria en Lisboa, el Real Madrid inició su celebración en la capital, que comenzó al filo del amanecer en la plaza de Cibeles, donde el equipo blanco llegó sobre las 6 de la mañana. Tras unas horas de descanso estaba previsto que por la tarde visitaran la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.


La llegada a la Puerta del Sol se produjo entre miles de seguidores, que abarrotaron el kilómetro cero de la capital coreando el himno del Real Madrid, y las calles colindantes, donde los madridistas han podido ver cómo pasaba el autobús que traslada a los jugadores.


Madrid se preparó para celebrar la llegada del equipo blanco y el Samur. Se modificaron los recorridos de varias líneas de autobuses. En concreto, de 45 líneas en cuyo recorrido se encuentran lugares emblemáticos como la Puerta del Sol, la Gran Vía o la Cibeles.


A su llegada a la sede de la Comunidad, los jugadores mostraron la copa a los aficionados desde el balcón, y posteriormente, llegóel momento de los discursos en el Patio de la Real Casa de Correos, donde el presidente autonómico, Ignacio González, ocupó asiento entre el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y del capitán del equipo, Iker Casillas. No obstante, no estaban solos. Les acompañó todo el equipo y muchos miembros del gobierno autonómico.


Entre decenas de personas que coreaban su nombre, Casillas fue el primero en tomar la palabra en Sol, donde agradeció el recibimiento dispensado y deseó estar otra vez en Sol el año que viene porque eso es "señal" de que habrán vuelto a conquistar un título

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Por su parte, Florentino Pérez afirmó que esta copa "pertenece a todo el madridismo", pero también a la Comunidad de Madrid, cuyos ciudadanos han dado un "ejemplo ante el mundo".  "Los madrileños se pueden sentir orgullosos por su comportamiento y forma de llevar la imagen de Madrid. La marca Madrid es hoy más fuerte por dos aficiones extraordinarias", apuntó Pérez, quien señaló que "hoy el madridismo de todo el mundo vive una felicidad plena".


El presidente del Real Madrid indicó que la del sábado ha sido "una de las finales de Copa más épicas", donde los jugadores "lo dieron todo". "Solo así se llega a la cumbre y así, solo así, se llega a ser leyenda", añadió Pérez, quien dijo que está Décima "se había convertido en un sueño obsesivo", pero en la cultura del Real Madrid está superarse, y el "esfuerzo hasta el infinito" para tener nuevos triunfos. En su intervención también se refirió al Atlético de Madrid, un "magnífico rival", del que son "competidores pero amigos".


Por último, el presidente de la Comunidad de Madrid también dio la enhorabuena al Atlético por su "magnífico papel en la competición" y sostuvo que "los equipos son grandes cuando los rivales son grandes y ayer el Madrid venció a un magnífico equipo".


Posteriormente, en el Ayuntamiento, Ana Botella, alcaldesa de Madrid, aseveró que para la capital de España "es un honor" tener un equipo como el conjunto blanco. Botella, que recibió una réplica de la décima Copa de Europa de manos del presidente madridista, Florentino Pérez, y una camiseta firmada por toda la plantilla, con su nombre a la espalda y el número uno, que le entregó el portero Iker Casillas, aseguró que para Madrid es un orgullo tener al "mejor club de la historia, como fue designado el club blanco al concluir el siglo pasado".


Finalmente, la celebración se desplazó y terminó en el Santiago Bernabéu, que se llenó para contemplar un gran espectáculo de luces y color en honor de los campeones de Europa. Los jugadores y el cuerpo técnico fueron presentados uno a uno para ser jaleados por una afición extasiada. Regresaron los cánticos que se han convertido en un clásico de la Décima.


Uno de los protagonistas que causó más sorpresa fue Luka Modric, que cumplió su promesa de raparse la melena si su equipo ganaba la Liga de Campeones. Dani Carvajal se tiñó la barba de rubio platino.