VISITAS GUIADAS EN SEPTIEMBRE

Una sinagoga sale a la luz en Uncastillo al excavarse en una casa de la judería

Entre los hallazgos hay restos de 4 columnas y una cerámica con la estrella de David. Los vestigios habían permanecido inalterados durante 5 siglos.

Una gran pieza de piedra con desagüe.
Una sinagoga sale a la luz en Uncastillo al excavarse en una casa de la judería
FUNDACIÓN UNCASTILLO

La sinagoga de Uncastillo yacía escondida desde hace 5 siglos bajo una vivienda de la judería medieval. La Fundación Uncastillo, en su afán de recuperar la historia de la localidad cincovillesa, ha encontrado restos del templo en un inmueble de su propiedad. «Compramos esta casa en la judería porque creíamos que nadie había hecho reformas en ella. Nos pusimos a excavar y encontramos los restos de la sinagoga de Uncastillo», explica el gerente de la fundación, José Francisco García.


En concreto, excavaron un agujero de 3 metros de profundidad y encontraron 2 columnas completas y 2 basas -todo ello encastrado en un muro de piedra-, así como una cerámica con el dibujo de la estrella de David y una gran pieza de piedra de más de 1,5 metros de altura, hermética y con desagüe. También se vislumbra dónde estaban las puertas de entrada al templo. «Los hallazgos por sí solos no dicen mucho, pero si los unimos todos, no hay duda de que se trata de una sinagoga», afirma García.


Los restos encontrados, su ubicación en la judería y la tradición oral de Uncastillo consolidan esta teoría. «El antiguo propietario de la vivienda nos dijo que los abuelos de sus abuelos ya llamaban a la casa 'Sinoga'», cuenta como anécdota. Aunque serán los expertos en arqueología los encargados de verificar el hallazgo. «Ya han pasado por aquí algunos y todos lo confirman», asegura el gerente de la fundación.


Las excavaciones y estudios realizados, que han durado 5 años, dan a conocer que la casa fue sinagoga en el siglo XVI, un edificio público en el XVII y una casa particular a partir del XIX. «Solo tenemos un pequeño lapsus temporal entre mediados del siglo XVII y principios del XIX, en el que no sabemos qué uso tuvo, pero seguimos investigando», apunta García.


Las columnas y piezas encontradas están en perfecto estado, gracias a que fueron enterradas y no destruidas. «Cuando en el siglo XVI se produjo la expulsión de los judíos, se quiso eliminar sus restos y recuerdos. Se cristianizaron las calles y a los barrios judíos se les llamó barrios nuevos», indica. Por ello, los expertos creen que se echó tierra encima de las antiguas estructuras, motivo por el que al excavar han vuelto a aparecer en su estado original.


La trascendencia del descubrimiento radica, sobre todo, en el buen estado de las piezas. «No hay ningún vestigio palpable similar en todo Aragón. Una sinagoga que está en su lugar de origen y sin haberse manipulado ni un ápice es algo increíble y raro de ver», opina. Por ese motivo, no se musealizará ni se cambiará de sitio ningún elemento: «No alteraremos nada. Donde ha salido, ahí se queda. Vamos a dejar las cosas donde las ha dejado el tiempo».

 

Visitas guiadas en septiembre


Aunque el hallazgo se dará a conocer en las jornadas sobre la herencia judía que se celebran este fin de semana en Uncastillo, la sinagoga no podrá visitarse hasta el mes de septiembre. Serán visitas guiadas y no se permitirá la entrada en el templo a más de 15 personas a la vez. «Lo ideal serían 10, porque el espacio es reducido (30 metros cuadrados) y, si no, no se podrá entender y valorar lo que se está viendo», explica García. Desde el momento en el que se cierren las puertas, se intentará trasladar a los visitantes al mundo de los judíos del Medievo para que sientan «la carga simbólica de este descubrimiento».


El hallazgo de la sinagoga ha sido posible gracias a la financiación de la Diputación Provincial de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, quienes han aportado alrededor de 200.000 euros.