Unos divertidos botijos, pintados con ojos y sonrisas, y en los que se leen mensajes relacionados con la emoción, la imaginación o la pasión, sorprenden desde hace unos días a los visitantes que acuden a beber agua al manantial situado en el paseo que une los balnearios de Sicilia y Serón, en Jaraba.

Estos doce botijos 'animados' son la obra elegida por Eva Armisén para conmemorar el 150 aniversario de estas instalaciones termales. Se trata de un proyecto de intervenciones artísticas en el que también han participado Margó Venegas, Jorge Gay, Lenny Bell, Nelson Villalobos, Sergio Abraín, Clara Carnicer y Juan José Vera, aunque este último todavía no ha podido materializar su obra.

"Ha sido una experiencia fantástica, no solo por la calidad de los trabajos, si no por la camaradería entre los artistas. Todos son grandes amigos que han querido poner su granito de arena en una celebración tan importante para nosotros como es el 150 aniversario", apunta Margó Venegas, impulsora de esta iniciativa cultural que ha convertido los alrededores del balneario en un museo al aire libre.

Entre las intervenciones que los caminantes se encuentran en su paseo hay unas cabezas de ninfas que invitan a la reflexión y que son obra de Lennie Bell; un banco de madera que simula un tablero de juego y que ha sido ideado por Clara Carnicer, o una espiral elaborada con 150 cañas de bambú, con la que Venegas ha querido homenajear al desaparecido José María Sicilia, impulsor, hace años, del concepto de balneario como lugar de ocio y descanso.

"El sitio elegido para mostrar mi obra es un lugar tranquilo en el que puede sentirse la paz de este espacio. Por eso tenía que respetar su ritmo y aceptar sus condiciones, pero mi obra también quería mostrar el agradecimiento a todos los hombres y mujeres que durante estos 150 años han cultivado trocitos de la historia del balneario", matiza Venegas.

Además de las obras que se encuentran en esta zona abierta, Jorge Gay elaboró un audiovisual, 'El sueño de Jaraba', en el que el artista interrelaciona el agua y la naturaleza que rodea este lugar.

Tres meses de trabajo

Durante casi tres meses, de mayo a julio, los artistas prepararon sus obras, aunque fue del 19 al 24 de julio cuando las materializaron. Dos de ellos, Eva Armisén y Clara Carnicer, no conocían el balneario pero el resto eran viejos clientes. Es el caso del artista cubano Nelson Villalobos que lleva más de veinte años "disfrutando" de este lugar.

"Con mi obra he querido devolver al balneario parte de lo que yo he recibido, y aunque, por las características de los materiales, la intervención tiene un carácter efímero, mi intención es acercarla al mayor número posible de personas", apunta Villalobos.

El cubano se involucró en este proyecto con una serie de 'mitosímbolos' relacionados con el agua e inspirados en Perú. Estas enigmáticas figuras decoran una pared de roca y algunos troncos de una arboleda cercana.

En todos los casos, los artistas han empleado materiales respetuosos con el medioambiente y, aunque es posible que las condiciones climáticas deterioren las obras, la idea inicial es que permanezcan en el tiempo.

"Estamos muy contentos con la aceptación que ha tenido esta idea y con el respeto que ha mostrado la gente, que no ha tocado, ni dañado una sola de las intervenciones", afirma Venegas.

El trabajo global se recogerá en un libro que se presentará en noviembre y donde se mostrarán todas las actividades que se han realizado con motivo de esta onomástica. "Será el punto y seguido de un proyecto que queremos que continúe en años sucesivos, de manera que el binomio cultura y agua sea una constante en nuestros balnearios", matiza Venegas.