FOLCLORE

Un libro rescata el baile del monico y otras tradiciones musicales de Zaragoza

Luis Miguel Bajén repasa el folclore intangible de la provincia en una obra para el Archivo de Tradición Oral de la DPZ.

Luis Miguel Bajén García en una de las entrevistas de la investigación
Un libro rescata el baile del monico y otras tradiciones musicales de Zaragoza
'MÚSICAS DE LA TIERRA'

Se baila con las piernas flexionadas, dando saltos y tocándose "rítmicamente el culo y los genitales". No es rap, ni reguetón y hoy no se ve en las discotecas, solo en las celebraciones patronales de San Agustín (27 de agosto) y en algún otro festejo veraniego. Es el baile del monico y es una de las muchas tradiciones que Luis Miguel Bajén García ha rescatado en 'Músicas de la tierra. Melodías, bailes y músicos populares en la provincia de Zaragoza', un libro que repasa el folclore musical de la provincia "a través de la tradición oral".


Es el tercer título de la colección del Archivo de Tradición Oral de la DPZ y tiene como objetivo preservar esta importante parte del patrimonio intangible de Zaragoza. Será presentado este domingo al mediodía en la Iglesia de Santa Isabel. "Es un texto que tiene mucho trabajo a su espaldas", recordó Cristina Palacín, diputada de Cultura de Zaragoza.


Entre otras cosas, Bajén cuenta en él cómo los pastores zaragozanos utilizaban caña, piedras y agua para construir flautas, pitos y hasta algún instrumento de percusión que les servían para matar las largas horas de espera al cuidado del ganado. El autor -filólogo, etnógrafo y músico- muestra el testimonio de Miguel Anadón, un pastor que a sus 81 años conserva esa tradición casi extinguida.


Bajén piensa que la cultura popular no se debe menospreciar porque "ayuda a comprender mejor la historia". Su obra, escrita en primera persona, es el resultado de una investigación que arrancó hace diez años y durante la cual recopiló casi 4.000 fotografías, unas de los álbumes familiares de los músicos y otras tomadas por los fotógrafos que colaboraron con él. La publicación incluye una selección de esas imágenes.


El filólogo también grabó 80 horas de ritmos típicos de la región (el libro incluye dos cedés con dos horas de esa música), como el del pito de ala de buitre, uno de los instrumentos musicales más antiguos. "Zaragoza es uno de los pocos lugares donde todavía se le da uso", aseguró. Todo el material se reunió en una base de datos que se puede consultar en la Biblioteca de la DPZ. Isabel Soria, la técnico de Cultura que supervisó el proyecto, avanzó además que habrá una exposición sobre el tema que se verá en varios municipios.


En uno de los capítulos más extensos se profundiza en el dance, una representación única de Aragón. "Queremos que se valore más esta tradición", aseguró el autor.


En su obra también muestra la parte menos amigable de la cultura popular. En el sexto capítulo, Bajén narra el momento en que los músicos de banda comenzaban a surgir. Y los gaiteros a escasear. "Estos maestricos de gorra y alpargata me están amolando la gaita", decía uno de estos artistas a principios del siglo pasado.