ARTE

Un estudio de la colección Torralba de arte oriental descubre piezas únicas

Un estudio de la colección Torralba de arte oriental descubre piezas únicas
Un estudio de la colección Torralba de arte oriental descubre piezas únicas
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Un alargado estuche japonés de madera lacada para guardar dos pipas holandesas decorado con lirios, cardos, enredaderas, crisantemos y ciruelos en flor. A simple vista no llama la atención, pero se trata de una rareza, ya que en el mundo se conocen pocos ejemplares similares.


Ahora, una catalogación realizada por la profesora del departamento de Historia del Arte y Musicología de la Universidad de Oviedo, Yayoi Kawamura, revela que uno de los tres que actualmente se exponen en Occidente se encuentra entre los fondos del Museo de Zaragoza. Pertenece a la colección de arte oriental de Federico Torralba cedida al Gobierno aragonés. Los otros dos se exhiben en museos de Amsterdam (Holanda) y Massachuset (Estados Unidos).


El estudio, promovido por la Fundación Torralba-Fortún, se ha centrado en los 234 objetos de laca oriental de procedencias japonesa, china y de otros países sureste-asiáticos. Es la primera investigación que se realiza en profundidad, aprovechando que la muestra está cerrada al público.


El conjunto de 205 lacas japonesas 'urushi' (que recibe este nombre de la resina que se utiliza), ofrecen la calidad superior "por su inconfundible textura de brillo profundo y virtuosa elaboración", señala Yayoi Kawamura. Abarcan desde inicios del siglo XVII hasta mediados del XX, siendo la mayoría de los siglos XVIII y XIX.


Estas lacas suponen la quinta parte de los fondos de la colección del profesor Torralba, formada por unas 1.100 piezas. Esta compleja y delicada técnica convierte los artículos mas cotidianos en auténticas obras de arte. "Entre ellas, una gran parte de madera, hay cajas, muebles con departamentos, juguetes en miniatura, copas para el sake ('sakazuki'), arcas, tabaqueras e 'inros' (cajitas con compartimentos que llevaban los hombres colgando del cinturón del kimono y donde guardaban las medicinas y el sello)", especifica la coordinadora del proyecto de catalogación y profesora asociada de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, Luisa Gutiérrez.


Dentro de la muestra, Yayoi Kawamura destaca la existencia de varias cajas para escritura, llamadas 'suzuribako'. Exteriormente, presentan una elaborada decoración con motivos de paisajes y de la naturaleza expresados en oro (técnica 'maki-e'), como unas redes de pesca que surgen sobre un fondo en el que se aprecian hasta las algas. En su interior contienen una piedra rehundida en la que se prepara la tinta negra líquida, una barra de la pasta de tinta, un pequeño depósito de agua y varios pinceles.


Un grupo muy interesante son los 69 'inros' y, entre ellos, un juego para fumadores con motivos de patos. La experta llama la atención también sobre un mueble estantería, de 1,20 metros de altura, que reúne hasta ocho técnicas diferentes de trabajo en laca y que pudo haber sido hecha en las manufacturas imperiales. "Es como una carta de visita del arte japonés", la define Luisa Gutiérrez.


Esta catalogación, en la que se han invertido 9.359,25 euros, "nos confirma que estamos ante una colección de importancia y revela algunas joyas", valora el secretario de la fundación, Juan Ulibarri. Lo siguiente es estudiar los varios centenares de estampas que existen. Para poder contemplar este arte oriental habrá que esperar a la ampliación del Museo Provincial, que aún no tiene fecha.