La compañía Tranvía Teatro pone en escena este fin de semana 'El Hospital de los Podridos y otros entremeses', un espectáculo con el que transformará el Teatro Principal de Zaragoza en un corral de comedias del Siglo de Oro español.

Desde mañana y hasta el domingo la compañía celebrará "la fiesta del teatro", una colección de entremeses, loas, mojigandas o jácaras de los grandes autores del Siglo de Oro como Bernardo de Quirós, Cervantes, Quevedo, Lope de Vega o Quiñones de Benavente, muy vinculados a las compañías de cómicos ambulantes, ha explicado en rueda de prensa la directora de Tranvía Teatro, Cristina Yañez.

Se trata de un espectáculo en verso que surgió a raíz de las recomendaciones del profesorado de los centros de enseñanza con los que trabajan y descubrir "la inmensa riqueza" de los grandes autores y otros anónimos de esa época.

También recoge el símbolo de fiesta que significaba el teatro en el siglo XVII, aprovechando que la compañía, residente en el Teatro de la Estación, cumple 25 años y quiere celebrarlo.

Con el Hospital de los Podridos y otros entremeses del siglo XXI Tranvía Teatro llega asimismo a los 50 espectáculos con los que ha realizado giras por toda España.

De hecho, de este repertorio de entremeses ya ha realizado funciones en Barcelona, Sevilla, Santander y Extremadura, se ha representado ante estudiantes y en estos días va a ser visto por otros 2.000 alumnos de enseñanzas medias y de otros colectivos de todo Aragón.

Por eso, según Jesús Bernal, uno de los actores, el Hospital de los Podridos sigue siendo un espectáculo "vivo", que se ha ido modificando en función de las sucesivas representaciones.

La compañía trabaja por un lado la creación contemporánea y por otro el repertorio clásico, en el que se incluye el Hospital de los Podridos, una obra en la que Cristina Yañez no recoge sólo el ambiente historicista de la época sino que habla también de la sociedad actual.

Así, ha subrayado, en la "extraña pudrición" de los enfermos que acuden al hospital se van a reconocer males de la sociedad actual como la preocupación por la estética y la belleza, pero también la envidia, la soberbia o la racanería.

"Es un espectáculo que es una fiesta en la que nos vamos a ver reconocidos en muchos de los textos", ha destacado su directora, quien ha explicado que es un espectáculo para todo tipo de público, de una compañía de cómicos de la legua, en el que se han utilizado técnicas de la comedia del arte o la farsa como máscaras.

Pero también se ha cuidado el vestuario, a cargo de Santiago Giner, y la música, para lo que se han elegido piezas de compositores aragoneses e italianos de la época.

Para la actriz Rosa Lasierra, siempre es una fiesta hacer teatro clásico, "un disfrute para los actores y el público", que se encontrará con una muestra de lo qué se hacía antes, de cómo era la sociedad en esa época y de cómo es ahora.

"Va a entender qué es un entremés cocido, comido y servido en su punto" ha asegurado Lasierra, según quien con esta función los actores "nos dejamos la piel y es un disfrute".

A pesar de ser en verso, Gemma Cruz ha observado que el público, sobre todo los estudiantes, "se van quedando con la función y eso es muy gratificante".