PATRIMONIO ZARAGOZANO

Ruinas islámicas... convertidas en basurero

Una parte del pasado islámico de Zaragoza está abandonada a su suerte desde el año 2004. Un solar en la plaza de José María Forqué, donde aparecieron importantes restos musulmanes, está lleno de basuras.

Un solar ubicado en la plaza José María Forqué, esquina a la calle de la Escopetería, se ha convertido en el penúltimo caso de abandono del patrimonio histórico aragonés.


En ese solar, de propiedad privada, se realizaron catas arqueológicas en 2003 y excavaciones el año siguiente.


Los trabajos, que fueron dirigidos por José María Viladés, Rosa Blanca González y Víctor Esteban, sacaron a la luz restos urbanísticos del periodo árabe de la ciudad. Restos que, según los especialistas, "tienen tanta importancia o más que los aparecidos en el subsuelo del paseo de la Independencia y, además, estaban en mucho mejor estado de conservación".


Pero eso era cuando los arqueólogos los sacaron a la luz. Hoy el solar es un estercolero: los suelos están reventados por la maleza y los muros de barro se muestran muy deteriorados. El terreno está lleno de basuras, con la valla rota, y es punto de encuentro de la marginalidad de la zona. Desde que los arqueólogos concluyeron sus investigaciones hasta hoy los restos de las viviendas musulmanas han estado abandonados a la intemperie y deteriorándose paulatinamente. Algunos desperfectos son ya irreversibles.


En "Arqueología aragonesa, 1995-2005", los arqueólogos que realizaron las investigaciones aseguraban haber encontrado "dos calles, compuestas por tierra y grava apisonada, y viviendas con muros de tapial, cantos rodados y mortero o adobe".


En un alto porcentaje de las casas estudiadas aparecieron pavimentos de mortero de yeso, baldosas, arcilla apisonada, cantos rodados… En suma, todo un catálogo de las formas constructivas musulmanas.


Capítulo aparte merecían cuatro viviendas de cierta riqueza, ordenadas en torno a un patio. Por el material encontrado, los arqueólogos llegaron a la conclusión de que pertenecían a finales del siglo XI o principios del XII.


Los especialistas, en su informe, aseguraban que "el interés histórico y patrimonial de estos restos islámicos es excepcional. La buena conservación de las estructuras domésticas y públicas, unido al hecho de encontrarse contiguas a las del cuartel de Sangenis confieren al conjunto una extensión excepcional, lo que desde el punto de vista de su conservación y puesta en valor público les dota de valor añadido. Para facilitar la comprensión de este espacio que se propuso conservar, se consideró que tanto este solar como el contiguo del cuartel de Sangenis debían considerarse como un todo musealizable, e integrar ambos conjuntos en el discurso expositivo". Desde entonces hasta hoy, nada.