HOMENAJE

Pilar Lorengar 'regresa' al barrio del Gancho

Se recordó a la soprano aragonesa y se 'reinauguró' un busto que le hizo en 2006 el escultor Manuel Arcón.

El busto luce desde ayer en la nueva plaza de Mariano de Cavia, junto a la calle de Las Armas.
Pilar Lorengar 'regresa' al barrio del Gancho
TONI GALáN

A principios de este mes (3 de junio) se cumplían 15 años de la muerte de Pilar Lorengar. La soprano aragonesa, dueña de una voz luminosa, que evolucionó de lírico ligera a lírico spinto, fue una de las grandes estrellas de la ópera en la segunda mitad del siglo. Parece estar un poco olvidada en Aragón, pero desde ayer lo estará menos. Un puñado de entusiastas, en su mayor parte miembros de la Asociación de Amigos de la Música de la Biblioteca de Aragón (AMBA) ha trabajado duro en los últimos años para conseguir que se le recuerde de forma más visible. Y lo ha conseguido: ayer se 'reinauguró' un busto que le hizo en 2006 el escultor Manuel Arcón.


La escultura en bronce se instaló en 2006 en la entrada de artistas del Auditorio de Zaragoza. Ahora luce sobre un pedestal de 2 metros de altura, realizado en piedra de La Puebla de Albortón, en la nueva plaza de Mariano de Cavia, junto al Centro de Música Las Armas.


«En 1997, al año siguiente de su muerte -recordaba ayer Miguel Ángel Santolaria, presidente de AMBA- organizamos un homenaje en el Auditorio y Luisa Fernanda Rudi nos prometió a Alfredo Kraus y a mí que Lorengar tendría un busto en Zaragoza. 10 años después, al fin, lo conseguimos, y hoy podemos decir que está en el mejor lugar posible, en su barrio, al que quiso siempre».


Al homenaje asistieron numerosos vecinos del barrio del Gancho, artistas, y amigos de la cantante. Como Pepe Cabrera, que fue su compañero de clases, Marina Pueyo, compañera de colegio, u Olegaria Serrano, que compartió con ella programas de 'Ondas infantiles', de Radio Zaragoza. También participó en el acto, aunque apenas pudo hablar por la emoción que le embargaba, uno de los hermanos de la soprano, Manuel. «Quiero agradecerles todo esto -dijo-, es un momento histórico para mi familia».


El viudo de Pilar Lorengar, Jürgen Schaff, no pudo viajar a Zaragoza, dada su avanzada edad, pero envió unas palabras, que fueron leídas públicamente: «Muchas gracias por la invitación para el descubrimiento del busto de Pilar. Es un gran honor para Pilar y un poco también para mí. Me gustaría asistir a este acontecimiento, pero ya no puedo viajar. Mi espíritu funciona todavía perfectamente pero mi cuerpo está muy mal: tengo ya 91 años. Os deseo muy buena suerte».


El homenaje se inició a las 7 de la tarde junto al busto, y fue un acto sencillo, emotivo, en el que participaron fundamentalmente los socios de AMBA y vecinos del Gancho, y al que no acudió ningún representante municipal ni autonómico. Miguel Ángel Santolaria, presidente de la entidad, y José Til, vicepresidente, oficiaron de maestros de ceremonias. Santolaria repasó la biografía de la soprano, poniendo el acento en sus numerosos triunfos y en su personalidad arrolladora. «Fue durante casi treinta años 'prima donna' del Deutsche Oper -destacó-, pero paseó siempre su aragonesismo. Le gustaba decir: 'soy española, aragonesa y de la parroquia del Gancho'».


Un concierto lírico


Una hora más tarde del homenaje se celebró una misa en recuerdo de la soprano aragonesa en la iglesia de San Pablo. Posteriormente, el templo sirvió de marco a una gala lírica en la que distintos cantantes interpretaron diversas piezas de ópera, zarzuela y canción lírica. Participaron las sopranos Mary Francis Oyarzábal, María Luisa Paricio y Olegaria Serrano; la mezzosoprano Pilar Belaval; los tenores Miguel Ángel Santolaria y José Yoldi; los barítonos José Luis Cabeza y Carlos Ladrón. La dirección musical y la interpretación al piano corrió a cargo de Emilio Belaval, y la presentación la hizo Fernando Gracia.