ARTESANÍA

Muel expone lo mejor de Cerco, el certamen de cerámica contemporánea

Una muestra recorre los 10 años de historia de un premio que ya es un referente en el sector.

'Estructura I', de Javier Fanlo, primer premio en 2001.
Muel expone lo mejor de Cerco, el certamen de cerámica contemporánea

Las cifras son elocuentes: mil ciento sesenta participantes, trescientos ocho seleccionados y más de treinta procedencias geográficas. El premio que se convoca cada año en Cerco, el certamen de cerámica contemporánea que se celebra desde 2001 en Muel, Teruel y Zaragoza, se ha consolidado como el mejor escaparate del sector en España, y uno de los mejores de Europa. Cerco cumple 10 años, y una de las mejores formas de comprobar su lozanía y frescura es repasar lo que ha sido y es a través de una exposición.


La muestra se inauguró ayer en la sala Enrique Cook de Muel. '10 años de cerámica contemporánea' recorre la pequeña y gran historia del certamen a través de 38 obras, las diez que obtuvieron en primer premio en cada edición, y las 28 que recibieron sendas menciones.


«Diez años parecen muy poco tiempo para un certamen de estas características -asegura Alberto Andrés, comisario de la exposición-, pero la verdad es que cuando uno recorre atentamente la muestra, sí que advierte cómo ha ido cambiando todo. El ganador de la primera edición, Javier Fanlo, lo hizo con una pieza que tenía mucho de reivindicación de una forma de arte. A lo largo de estos años muchos ceramistas se han sumado a esa propuesta, hasta el punto de que la cerámica es hoy un lenguaje plástico de expresión, uno más. El barro es un material para expresar sentimientos».


Es decir, que como el óleo, el bronce o la piedra, la cerámica es un material artístico como cualquier otro. El viejo debate sobre si es arte o artesanía está ya completamente superado gracias al empuje, la imaginación y el trabajo de los propios ceramistas.


Buena prueba de ello puede verse desde ayer en Muel. La muestra repasa las casi inverosímiles posibilidades de un material al que no se le ha prestado la debida atención. Porcelana líquida, arcilla blanca, barro rojo, pasta, gres..., junto a materiales tan variados como el alambre o el cemento, han sido utilizados para crear formas únicas y sugerentes. La exposición es ecléctica e internacional, ya que al certamen se vienen presentando creadores españoles y europeos, pero también de países como Estados Unidos, Brasil o Japón. La muestra, una vez clausurada en Muel, viajará al Museo Nacional de Cerámica de Valencia y al Museo Provincial de Badajoz.


Una apuesta seria


Que Cerco sea hoy una referencia internacional no es gratuito. Según resume Diana Prieto en el catálogo de la muestra, Cerco es una evolución de la anterior Feria y Premio Nacional de Cerámica Creativa, que se celebró en Zaragoza entre 1987 y 1991. «Curiosamente y paralelamente -asegura Diana Prieto-, en Zaragoza se convocaba también el Premio de Escultura Pablo Gargallo, que visto hoy con la distancia, fue un faro visionario de lo que supondría la escultura en los años 90... Cerco, a partir del año 2001, recogió el testigo tanto del Premio nacional de Cerámica como del Premio de Escultura Pablo Gargallo, y extendió su convocatoria a nivel internacional, abrió la posibilidad de participación colectiva, delimitó que las obras debían estar realizadas en su mayor parte con procedimientos materiales cerámicos, excluyendo lo industrial, y continuó con la idea de nombrar un jurado con figuras relevantes».