ARTE

Los secretos de la ‘Heroica defensa de la torre de San Agustín’, al descubierto

>> La restauración del cuadro saca a la luz sorprendentes grafitis hechos por el propio pintor.>> La pieza será trasladada a la Lonja para la gran exposición sobre ¿Los Sitios de Zaragoza¿.

Detalle del cuadro
Los secretos de la ‘Heroica defensa de la torre de San Agustín’, al descubierto
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Mientras se avanza en la organización de la muestra ‘Los Sitios de Zaragoza’, que se inaugurará en la Lonja el 20 de febrero, los distintos equipos de trabajo se ocupan de poner a punto las obras que tendrán un tratamiento estelar en ella. Una es la ‘Heroica defensa de la torre de San Agustín’, que pintó César Álvarez Dumont, que pertenece al Museo del Prado y que se conserva actualmente en el acceso al decanato de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza.


El cuadro, de grandes dimensiones, se encontraba en bastante buen estado de conservación pero, dado el plazo de tiempo transcurrido desde su ejecución, el barniz estaba oxidado y oscurecidos todos sus colores. Las restauradoras Pilar Camón y Elena Naval se han ocupado de devolverle su apariencia original.


Durante mes y medio han trabajado en el cuadro sin moverlo del edificio en que se guardaba. Y han surgido las sorpresas. La principal, una serie de ‘grafitis’ despectivos hacia los franceses y que forman parte de la obra original. “Ha aparecido el dibujo de un cerdo, con trazo infantil, y debajo la leyenda ‘gabacho’ -relata Elena Naval-. Y también la caricatura de un francés, un personaje de perfil con mostacho y sombrero militar… Aparece escrito ‘Pepe Botella’, o ‘Julio’… Hasta un baturro con boina”.


“Son rasgos realizados por el propio artista cuando pintó el cuadro, no se han incorporado después -subraya Pilar Camón-. Álvarez Dumont era un pintor con muy buena mano, que planteó la escena de la defensa de la torre de San Agustín como si fuera una fotografía, y con una perspectiva muy novedosa, desde dentro de la propia torre. Es una pintura de gran realismo, y en ese contexto hay que entender los ‘grafiti”.


Ha sido en los muros grises de la citada torre donde las restauradoras han encontrado las pintadas con las que el artista quiso simbolizar, quizá en un exceso de verismo, el desprecio que debieron sentir los zaragozanos por los invasores. “Son trazos del propio pintor –corrobora Elena Naval-, que los realizó con pincel y en un tono gris un poco más oscuro que el que empleó en la propia pared”.


La restauración de la ‘Heroica defensa de la torre de San Agustín’ ya ha concluido, y el cuadro está envuelto y protegido, preparado ya para su traslado a la Lonja, sede de la exposición. No será tarea fácil. Sus enormes dimensiones hacen que sea casi obligatorio intervenir en la puerta de la Facultad de Filosofía y Letras para facilitar su salida. En cualquier caso, la pintura, que ha sido contemplada hasta ahora por miles de estudiantes, presenta ya un nuevo y sorprendente aspecto. Los ‘grafitis’ de Álvarez Dumont han salido del olvido.