Los ajustes presupuestarios obligan a posponer las muestras temporales del Museo Etnológico

Los ajustes presupuestarios han obligado al Gobierno aragonés a posponer el plan de exposiciones temporales del Museo de Etnología de Zaragoza planteado hasta 2013. En lugar de las seis muestras temáticas que se anunciaron el pasado junio, la planta baja de la también conocida como Casa Ansotana acogerá una colección de fondos del propio Museo Provincial y piezas cedidas por el Ayuntamiento de Zaragoza y el Museo Pedagógico de Huesca, que se exhibirá al público al menos durante los próximos dos años.

Tras la reinauguración del centro el pasado 22 de junio, uno de los cambios más significativos consistía precisamente en dedicar los 65 metros cuadrados de la estancia a pie de calle para un ciclo de seis exhibiciones que cada seis meses cambiarían su discurso. La primera de ellas, titulada 'Propósitos' y que permaneció abierta hasta el pasado 12 de enero, venía a anticipar las seis que llegarían después: 'Trajes de Aragón en otros museos', 'El simbolismo de la indumentaria', 'Coleccionistas privados', 'Un mundo plural', 'El traje recreado desde el arte' y 'Diseñadores en Aragón'. Un adelanto que, de momento, se ha quedado en una declaración de intenciones, ya que de momento no se pueden afrontar los gastos derivados de los transportes especiales y los seguros de las piezas para préstamos de corta duración.

«Es una cuestión de prioridades. Limitar las exposiciones temporales es menos dramático que reducir horarios, cerrar salas o tener problemas de mantenimiento», aseguró ayer el director general de Patrimonio del Gobierno aragonés, Jaime Vicente. «No es una catástrofe y en el momento en que exista una viabilidad económica se puede retomar la planificación original», añadió.

En estos momentos la sala permanece cerrada a la espera del nuevo montaje. Todavía no hay fecha para su apertura, aunque la idea es ponerlo en marcha para el mes de mayo. En la nueva exposición que se está planteando uno de los rincones más atractivos será la recreación de la escena de un bautizo. Entre otras prendas se podrá contemplar un gorro de 'cristianá' de Ansó. Lo lucían los bebés en el bautismo y está bordado con puntillas y cintas de color rojo cosidas en el centro y otras de tela blanca y fina. Del valle pirenaico también procede un elástico 'colorau', una chaqueta de caballero de paño rojo con ribete de seda que se vestía bajo el traje de fiesta.

De los almacenes del propio Museo de Zaragoza se desempolvarán tres dechados (paños de cruceta) del siglo XVIII que se han restaurado. Por su parte, el consistorio zaragozano aportará las indumentarias de una pareja del siglo XIX que en su día se exponían en el Centro de Historia de la capital aragonesa. Y desde el Museo Pedagógico de Huesca viajarán viajarán vestidos y juguetes infantiles.