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Llega la "inmersión total" en el 3D

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Llega la "inmersión total" en el 3D
Llega la "inmersión total" en el 3D
ENTROPY STUDIO/ORBITA MAX

Un caballo alado virtual. Fue, a decir de Jaime Cebrián, lo más complicado de crear. Nueve personas trabajaron en esta criatura, enteramente virtual, realizando la malla con su forma, su esqueleto y músculos, las texturas de su pelaje, los gestos de su cara y sus movimientos en cada plano.

Entropy Studio es como el cerebro humano: capaz de hacernos ver con total realismo algo que no existe de verdad. Esta empresa zaragozana, joven y experimentada a la vez, ha participado en la primera película de acción real realizada en 3D en España, 'Viaje mágico a África' (de Jordi Llompart), que se estrena el próximo viernes, pero que hoy tiene un preestreno en Zaragoza.

Iñaki Lacosta y Jaime Cebrián, fundadores de Entropy, están muy satisfechos del resultado. Su trabajo ha generado magníficos efectos que contribuyen a que el público disfrute de una sensación de "inmersión total", en palabras de Lacosta. "En esta película, el 3D es espectacular, a nivel europeo no se ha hecho nada igual", dice Cebrián.

Él mismo explica que, entre las cosas más fáciles de hacer, está, por ejemplo, la lluvia de metoritos que cae sobre los niños en plena sabana. "Se hace con un sistema de partículas, un simulador de fluidos" virtual que permite generar elementos que se mueve según unas propiedades físicas determinadas y que ellos convierten en un meteorito virtual que emite chispas o humo de forma verosímil. Luego, eso que han creado en el ordenador se inserta en los fotogramas ya rodados con los actores y se retoca gracias a la informática. "Es lo más fácil de hacer pero lo más difícil de explicar", bromea Cebrián.

Y señala que lo más complejo fue crear de la nada un caballo alado, de pelo blanco y crines azules, con el que viaja la niña protagonista. Durante un mes, varias personas modelaron en 3D este animal, con un programa informático llamado XSI: "Primero se hace una malla con la forma de un caballo, luego se le ponen encima texturas basadas en fotografías de uno real, de trozos del pelo... y se le mete un sistema para que tenga las propiedades físicas adecuadas. Además, se construye una estructura del esqueleto y la musculatura, para que cuando se mueva lo haga todo en consonancia, y se anima".

Animarlo llevó muchos meses más y exigió el uso de otras técnicas, como el famoso 'motion capture', que con unos sensores capta las expresiones de la cara y los movimientos de un actor para traspasarlos luego a un ser virtual (como el Gollum de 'El señor de los anillos'). "Con un caballo es complicado trasladar los gestos faciales, porque la estructura de la cara de un caballo y la de una persona son muy distintas", comenta Cebrián. El 'motion capture' también les ha servido en este filme para el rostros de una flor parlante, un hombre de fuego o un león.

Por otra parte, queda la complicación de poner a actuar a estos seres inmateriales con los actores y objetos reales. Iñaki Lacosta pasó dos meses y medio en África rodando los escenarios auténticos, algunos previamente balizados para tener las referencias precisas de las distancias que facilitarían recrear virtualmente el lugar. También filmó los recorridos aéreos que debía hacer el caballo. "El vuelo es lo más bonito", asegura, y recuerda que pasó "cinco o seis horas diarias en un helicóptero" indicando al piloto, el operador de cámara y el foquista qué imágenes tomar. "Bajaba con dolor de cabeza", cuenta, pero disfrutó lo suyo filmando desierto, cataratas y otros escenarios en Namibia.

Próximo destino: Los Ángeles

Su próximo destino, sin embargo, será Los Ángeles, donde Entropy Studio va a abrir una nueva sede. "Montamos oficina por todo lo alto, ya tenemos 14 'spots' y más cosas para hacer hasta fin de año. Allí les ha encantado nuestro trabajo, flipan por la calidad que tiene y por nuestro 'toque mediterráneo', en el que la aportación artística es fundamental".