ZARAGOZA

Las bibliotecas públicas ganan usuarios y amplían sus servicios digitales

La crisis revierte en una mayor demanda de servicios como el de InternetLos responsables defienden los usos específicos de cada centro frente a las críticas generales

Libros, prensa y nuevas tecnologías conviven en la Biblioteca Pública de Zaragoza.
Las bibliotecas públicas ganan usuarios y amplían sus servicios digitales
PEDRO ETURA

La crisis también se deja notar en las bibliotecas, que en los últimos meses han registrado un aumento tanto en las inscripciones de nuevos usuarios como, sensiblemente, en los usos que se realizan de las bibliotecas, especialmente en los relacionados con las nuevas tecnologías y el material audiovisual. Para responder a esta demanda, las bibliotecas llevan años adaptándose a las nuevas necesidades de los usuarios.

 

Las bibliotecas aragonesas han hecho un fuerte esfuerzo para incluir entre sus servicios clásicos de consulta y préstamo de libros otros como los accesos a Internet por wifi o en salas de informática, puestos de visionado de películas o libros y periódicos en lenguas extranjeras, "ante la creciente demanda de servicios de este tipo", según explica Pilar Navarrete, directora de la Biblioteca Pública de Aragón.

 

La prueba está en las estadísticas. Los usuarios de las bibliotecas públicas de Aragón -situadas en las tres capitales de provincia, financiadas por el Estado y gestionadas por la DGA- no deja de crecer año tras año. En total, Zaragoza registra 160.354 usuarios, Huesca 18.568 y Teruel 14.375. Esta última tiene un índice de asistencia a la Biblioteca Pública muy alto, que su directora, Mar Sarto, achaca a que la capital turolense tiene "una población con gran presencia de funcionarios, lo que significa alto nivel de formación y tiempo libre". Las bibliotecas municipales de Zaragoza cuentan con 47.149 socios activos.

Aunque es difícil saber si la crisis es la causa directa del aumento de las visitas a las bibliotecas, especialmente en el mes de enero, un mes de saturación debido a los exámenes universitarios, si que se nota en algunas cuestiones. "Se observa una tendencia al alza en el último trimestre. Normalmente, en diciembre desciende el uso del centro y este año ha aumentado. Y también hemos notado un incremento de demanda en la consulta a Internet", asegura Rosario Fraile, la directora de la Biblioteca Pública de Huesca.

Estudios 'sesgados'

El uso frecuente que los lectores hacen de las bibliotecas contrasta con un informe que recientemente publicó la revista 'Consumer' sobre las bibliotecas de 18 ciudades españolas situaba a los centros zaragozanos entre los peor valorados en función de su adaptación a las nuevas tecnologías. El estudio, que equiparaba a Bibliotecas Públicas del Estado, bibliotecas municipales, regionales y universitarias no ha gustado entre los profesionales del sector, que lo consideran "sesgado". También los usuarios, a juzgar por los comentarios vertidos en la página web de este diario, salen en defensa de las bibliotecas, en las que encuentran carencias pero a las que dan un aprobado en sus servicios generales.

 

Eso opina Navarrete, directora de la Biblioteca de Aragón, de la que dependen las bibliotecas de Zaragoza, Huesca y Teruel. Ella califica de "equívoco" el informe de 'Consumer'. "Los trabajos estadísticos y que meten a diferentes tipos de bibliotecas en el mismo saco corren el riesgo de parecer sesgados", opina Navarrete. "No es comparable una biblioteca municipal, de barrio o de un pueblo, con una biblioteca universitaria o una biblioteca pública". Ni tienen el mismo presupuesto, ni su función y su público son los mismos, señala Navarrete, que en su gestión pone el acento en la conservación del patrimonio.

 

En este aspecto, las bibliotecas públicas de Aragón esconden un tesoro. Por ejemplo, en Teruel hay un importante fondo de prensa histórica, y el fondo antiguo de la biblioteca de Huesca "es uno de los más valiosos, por detrás de la Biblioteca Nacional y la de la Universidad Complutense y prácticamente se guarda en una cámara acorazada", destaca Navarrete. Por eso la seguridad, uno de los aspectos a los que el informe daba relevancia, es importante.

 

Por su parte, las bibliotecas municipales, entre las que también ha dolido el citado informe de 'Consumer', se afirman en su voluntad de ser centros de la cultura en los barrios. Las bibliotecas no tienen seguridad, afirman desde el Ayuntamiento de Zaragoza, pero es porque no la necesitan, porque nunca ha habido robos a objetos personales. Y en cuanto a posibles carencias en sus fondos, recuerdan que las bibliotecas municipales trabajan en red y que recientemente se ha agilizado el préstamo interbibliotecario.

Digitalización de contenidos

Las nuevas tecnologías no son incompatibles con la conservación del patrimonio. En este sentido, se está consolidando el proyecto de la Biblioteca Virtual de Aragón, que cuenta ya con 500.000 páginas escaneadas. El fondo de prensa antigua de Teruel, por ejemplo, está ya completamente digitalizado. "Algunos problemas con el desarrollo informático están retrasando el proyecto, pero se pondrá en marcha en los próximos meses" señala Navarrete. En estos momentos se puede acceder a una versión de pruebas de lo que será el portal de acceso a este archivo.

 

Y la tarea pendiente de las bibliotecas sigue siendo la del libro digital, aunque a través de sus páginas web facilitan el acceso a otros recursos externos. "Respecto a los libros digitales, hay que mantenerse a la expectativa, ver que uso se le da en el futuro", responde Navarrete, que reitera que aunque intentan mantener "un 'feedback' abierto" con los cambios de la sociedad, el libro sigue siendo su prioridad. "Los libros tienen un gran valor como objeto, un valor sentimental que nunca desaparecerá", concluye.